martes, 27 de octubre de 2015
Argentina retrasa fiesta de la Soberanía para no interferir con el balotaje

Buenos Aires, 27 oct (EFE).- El Gobierno argentino decidió hoy retrasar la celebración del Día de la Soberanía, prevista para el 23 noviembre, para evitar que la segunda vuelta electoral para las presidenciales, que se celebrará el día 22, coincida con un puente festivo.
La decisión del Ejecutivo responde a los reclamos planteados desde la oposición por considerar que celebrar la segunda vuelta en medio de un puente, en plena primavera austral, podrían influir en en nivel de participación en las presidenciales, en las competirán el oficialista Daniel Scioli y el conservador Mauricio Macri.
El Día de la Soberanía es un festivo decretado en 2010 por el Gobierno de Cristina Fernández para conmemorar la Batalla de Obligado (1845), cuando la entonces Confederación Argentina derrotó a la escuadra anglo-francesa.
Inicialmente se celebraba el 20 de noviembre, sin embargo este año fue trasladado al lunes 23, sin tener en cuenta que interfería con el calendario electoral en caso de un balotaje para las presidenciales.
La coalición Cambiemos, que lidera Macri, recuperó una iniciativa legislativa, presentada a comienzos de octubre, para pedir un nuevo cambio de fecha tras confirmarse el balotaje.
El jefe de Gabinete del Gobierno, Aníbal Fernández, que a primeras horas de hoy rechazaba trasladar la conmemoración del Día de la Soberanía, confirmó horas después su aplazamiento hasta el día 27 para «facilitar la concurrencia».
Fuentes del sector turístico consultadas por Efe coincidieron en que no se había disparado la demanda para viajar durante este puente festivo, pero admitieron que se han multiplicado las consultas de clientes sobre la cancelación de viajes previstos para ejercer su derecho al voto.
La decisión del Ejecutivo evita agregar tensiones al inédito escenario político que vive Argentina ante el virtual empate técnico entre los dos aspirantes a la Presidencia en segunda vuelta, Scioli con un 36,8 por ciento de votos y Macri con un 34,3.
Los candidatos desarrollan una intensa agenda para pelear voto a voto mientras se definen los detalles de un nuevo debate público en la semana previa a las elecciones.
En la mira tanto de Scioli como de Macri, el caudal de votos del peronista disidente Sergio Massa (frente UNA, tercero en los comicios con el 21,34 %), quien hoy se mostró convencido de que los argentinos «no quieren continuidad» y adelantó que mañana, miércoles, presentará un documento con sus reclamos para el próximo presidente.
Los comicios del domingo dibujaron un nuevo mapa político y redujeron el poder del kirchnerista Frente para la Victoria (FpV).
El golpe más duro fue perder el gobierno de la provincia de Buenos Aires, el distrito más rico y poblado del país, que después de 28 años de hegemonía peronista pasará a manos de los conservadores y tendrá, por primera vez, una gobernadora.
Al retroceso a nivel provincial se une la cesión de varios de los principales municipios bonaerenses, como su capital, La Plata.
De los once gobiernos provinciales en juego, el oficialismo revalidó su poder en las norteñas San Juan, Catamarca y Formosa, en Entre Ríos (este), La Pampa (centro) y Misiones (noreste).
La victoria de Alicia Kirchner, cuñada de la presidenta, en la sureña Santa Cruz, cuna del kirchnerismo, fue otra de las pocas alegrías sin gusto amargo para el oficialismo.
La actual ministra de Desarrollo Social será una de las cinco gobernadoras argentinas (del total de 24 distritos), una cifra récord en un mapa político dominado por hombres.
Desde la oposición, Cambiemos sorprendió con una victoria en Jujuy (norte), mientras que en San Luis (oeste) triunfó el peronista disidente Compromiso Federal y en Chubut (sur) se alzó la fuerza regional Chubut somos Todos.
Las elecciones del domingo han cambiado también la configuración del Congreso argentino.
En el Senado, el kirchnerismo y sus aliados se alzan con mayoría, con 41 senadores de un total de 72 bancas, pero no logran los dos tercios necesarios para la aprobación de leyes de calado.
Cambiemos contará con 15 senadores y el llamado peronismo disidente que lidera Massa se quedará con 10.
En la Cámara de Diputados, el Frente para la Victoria y sus socios pierden 26 lugares, aunque conservan la mayoría simple, con 114 de los 257 escaños del Parlamento, al que, el próximo 10 de diciembre, se sumarán, entre otros, el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, hijo de la presidenta, y varios ministros del actual Gobierno, como el titular de Economía, Axel Kicillof.
Un rompecabezas político que obligará al próximo gobierno a buscar pactos para sacar adelante sus propuestas legislativas.