Buenos Aires, 5 ago (EFE).- Un escándalo se suscitó hoy dentro de la sede del Gobierno de la provincia argentina de Mendoza (oeste) cuando la policía arrojó gas pimienta para repeler una protesta de efectivos de fuerzas de seguridad retirados.
La manifestación de policías y agentes penitenciarios retirados, que comenzó de modo pacífico en el centro de la capital provincial, concluyó con serios incidentes, dentro de la Casa de Gobierno, a las puertas del despacho del mandatario provincial, Francisco Pérez.
«Los manifestantes, que no contaban con ningún tipo de audiencia, subieron por las escaleras y previamente realizaron todo tipo desmanes en los pisos inferiores hasta llegar al cuarto piso donde se utilizó gas pimienta para desbaratar la acción», dijo a la prensa local el comisario general Juan Carlos Caleri, jefe de la Policía de Mendoza.
Los disturbios dejaron como saldo una veintena de heridos, entre manifestantes, personal policial, periodistas y fotógrafos y personal del Gobierno, según informó la agencia oficial Télam.
Según medios locales, los manifestantes habían pegado patadas y habían roto los vidrios de la puerta de acceso al despacho del gobernador.