viernes, 9 de octubre de 2015
Asociaciones y expertos debaten en Buenos Aires sobre la lucha contra mafias

Buenos Aires, 9 oct (EFE).- Organizaciones civiles y expertos debaten hoy en un congreso en Buenos Aires sobre la lucha contra las mafias, un problema en auge en Argentina que se traduce en trabajo esclavo, narcotráfico, lavado de dinero y trata de personas, entre otros, según detallaron a Efe fuentes de la organización del evento.
Bajo el nombre III Congreso Nacional Antimafia, el encuentro plantea seis paneles centrados en torno a seis problemáticas, que se desarrollarán a lo largo de la jornada de hoy a cargo de especialistas como fiscales, jueces y activistas, familiares de víctimas y referentes de unas 40 organizaciones sociales.
Narcotráfico; adicciones; trata sexual, abuso y género; trabajo esclavo; medio ambiente y mafia y servicios de inteligencia son las materias que se discutirán en cada panel.
El objetivo es «aunar a las organizaciones que luchan por separado contra todas estas mafias para que desarrollemos una pelea integral», explicó a Efe el legislador porteño Gustavo Vera, titular de la Fundación La Alameda, impulsora del congreso.
Para Vera, es imprescindible unir fuerzas ya que la mafia «actúa como un holding», muchas veces bajo la «permisividad» del poder político.
Aunque la presencia del crimen organizado es más fuerte en los grandes centros urbanos, como la capital argentina, las ciudades de Córdoba y Rosario (zona centro) o los grandes núcleos de población del cinturón metropolitano bonaerense, la lucha contra la mafia es un trabajo necesario en todo el territorio argentino, según el legislador.
En ese sentido, señala que, según Naciones Unidas, Argentina es «el primer consumidor latinoamericano de cocaína (solo por detrás de Estados Unidos en todo el continente) y tercer exportador mundial, solo por detrás de Venezuela y Brasil».
Además, según los datos de La Alameda, medio millón de personas están «sometidas a la esclavitud» en toda Argentina, en talleres textiles y en agricultura de producción intensiva, y el país es un «festival de lavado de dinero», destacó Vera.