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Discurso de Gabriel Boric
Buenos Aires, 8 oct (EFE).- Buenos Aires inauguró hoy su primer monumento al tres veces presidente argentino Juan Domingo Perón en un acto encabezado por el alcalde capitalino y candidato presidencial opositor, Mauricio Macri, y otros pesos pesados del peronismo disidente que desató la polémica en plena campaña.
En el día que se cumplen 120 años del nacimiento de Perón (1895-1974), la presentación del monumento en una plaza frente al edificio de la Aduana congregó a dirigentes del Pro, una fuerza conservadora liderada por Macri y formada en gran parte con peronistas, a líderes sindicales de raigambre justicialista y hasta al expresidente provisional Eduardo Duhalde (2002-2003).
Todos ellos, unidos en su oposición al Gobierno de Cristina Fernández, recordaron al «General», en un mitin que despertó la indignación del kirchnerismo, que también se reivindica como auténticamente peronista.
Al son de la «Marcha peronista», entonada por el hijo de su creador, Hugo del Carril, la sábana se corrió y dejó ver un monumental Perón en bronce de 5 metros de altura, sonriente, vestido de civil y con sus brazos en alto, obra del escultor Carlos Benavidez, titulada «Unidos triunfaremos» y financiada por la Legislatura de Buenos Aires, controlada por el Pro.
«Perón marcó varias guías para mí en la tarea que estoy llevando adelante», dijo Macri, orador principal del acto, quien reconoció que «en realidad» no es peronista pero, aseguró, respeta «de corazón» al Justicialismo, como se conoce también al movimiento peronista, que el próximo día 17 cumplirá setenta años de vida.
Macri, segundo en intención de voto para las presidenciales del 25, por detrás del peronista oficialista Daniel Scioli, afirmó que Perón y su segunda esposa, Evita Duarte, hicieron «algo histórico en Argentina»: «darle derechos sociales a los trabajadores».
«Unos dicen que son peronistas, pero a lo que se dedican es a manipular la pobreza, en vez de luchar por la igualdad de oportunidades», sostuvo Macri.
«El peronismo no es narcotráfico, no es prepotencia y soberbia. El peronismo es la búsqueda de la igualdad de oportunidades, de la justicia social, de la pobreza cero en Argentina. Y a eso quiero invitar a los peronista, a que todos juntos trabajemos por esa Argentina que soñamos», agregó el alcalde, coreado al grito de «Mauricio presidente».
En el homenaje también habló el dirigente sindical opositor Gerónimo «Momo» Venegas, actualmente en las filas del Pro.
«Algunos se creen que yo me he pasado al Pro, pero yo digo que es al revés, que Macri se pasó al peronismo y lo está ejerciendo con una voluntad férrea», afirmó Venegas.
Sobre el escenario estuvo además el expresidente Duhalde, quien no habló en el acto, pero luego, en diálogo con la prensa, reclamó la formación de una coalición opositora para «sacar adelante» al país, dijo que se enojo con sus «compañeros» peronistas por no unirse verdaderamente y cuestionó los «egos en la política».
«Este Gobierno no lo quiere a Perón. Son peronistas de ocasión. Cuando hay campaña ponen la foto de Perón atrás», sostuvo Duhalde.
El acto no estuvo exento de la mística peronista, con movilización de sindicatos y los tradicionales golpes de bombo, un sonido ensordecedor que tapó los delicados acordes de música clásica que interpretó la camerata de la Legislatura porteña.
El homenaje a Perón encabezado por Macri y otros líderes opositores fue criticado por el oficialismo.
«Cada uno es dueño de ir a donde se le ocurra, yo sí sé donde no tengo que ir y este es uno de los lugares donde no tengo que ir», dijo hoy el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández.
Por su parte, organizaciones peronistas de la capital argentina y referentes del kirchnerista Frente para la Victoria (FpV) convocaron un acto de desagravio por la presencia de Macri en un homenaje a Perón.
El Justicialismo porteño afirmó en su convocatoria al desagravio que es «sumamente denostable que figuras que expresan el neoliberalismo y el antiperonismo más extremo y rancio presidan un acto en homenaje a Perón solamente por mero oportunismo electoral».
A nivel orgánico, el Partido Justicialista es un paraguas que ampara a afiliados que, ideológicamente, van desde la izquierda hasta la derecha, aunque es liderado por la corriente de turno en el poder, en este caso, el FpV de Cristina Fernández.