(actualiza con decisión de apartar al juez de la causa Hotesur)
Buenos Aires, 16 jul (EFE).- La tensión entre el kirchnerismo y la oposición por la investigación de supuestas irregularidades en una empresa vinculada a la presidenta argentina, Cristina Fernández, se acrecentó hoy en medio de la campaña para la segunda vuelta de las elecciones a jefe de Gobierno de la capital.
Un allanamiento realizado por orden judicial en una inmobiliaria de Máximo Kirchner, el hijo de la presidenta, este lunes ha caldeado el ambiente político, marcado por el largo proceso electoral de este año, que concluirá en las elecciones presidenciales de octubre y tiene un importante hito este domingo en Buenos Aires.
El candidato conservador Horacio Rodríguez Larreta es el favorito a suceder como alcalde capitalino a Mauricio Macri, ahora candidato presidencial y de quien es la mano derecha.
Macri está precisamente en el centro de la polémica por el allanamiento en busca de documentación sobre el hotel Alto Calafate, en la Patagonia, del que es accionista la presidenta.
El jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, acusó hoy a Macri de hacer una «campaña sucia» por la participación de fuerzas policiales de la capital en el allanamiento realizado en Río Gallegos, a 2.600 kilómetros de Buenos Aires.
Macri, líder de la conservadora Propuesta Republicana, calificó de «vil mentira» las críticas del Ejecutivo de Fernández y aseguró que la Policía de la ciudad de Buenos Aires actuó en Río Gallegos por orden judicial.
En una rueda de prensa, el jefe de ministros cuestionó los motivos del alcalde porteño para «mandar a su policía, que depende de él, 2.600 kilómetros de ida y 2.600 de vuelta» y denunció que el operativo costó 450.000 pesos (casi 50.000 dólares).
Además, criticó que, tras seis meses sin avances en la causa, el juez Claudio Bonadio dictase el allanamiento en plena campaña electoral.
«La (Policía) Metropolitana, en cientos de casos fuera de su jurisdicción, fue convocada por la Justicia Federal para casos de narcotráfico y de trata», argumentó Macri en Radio Mitre.
«Es poco serio, y tratar de confundir a la gente es un poco triste. Si el juez lo ordena, yo lo tengo que hacer. Eso está claro», coincidió el ministro de Justicia y Seguridad de la ciudad, Guillermo Montenegro.
La mandataria argentina fue la primera en politizar el operativo judicial a través de su cuenta en Twitter el pasado martes.
Fernández, que celebró el cumpleaños de su nieto Néstor Iván, hijo de Máximo Kirchner, en Río Gallegos, publicó una imagen de la invitación al festejo privado del niño, pero no mostró el reverso de la tarjeta, donde figuran el horario y el lugar de la fiesta, según dijo para evitar un procedimiento judicial.
«No sea cosa que Bonadio y la Metropolitana de Macri le allanen el cumpleaños. Ya le dije a Rocío (madre de Néstor Iván)… mientras no se quieran llevar la torta -pastel- (porque a estos les encanta la torta) que no se haga problema…», ironizó la presidenta.
También se ha pronunciado el candidato presidencial oficialista, Daniel Scioli, quien instó a través de un comunicado a que «no se judicialice la política siendo funcional a un sector político determinado».
La polémica sumó hoy un nuevo capítulo con la decisión de la sala I de la Cámara Federal de Buenos Aires de apartar a Bonadio de la investigación a Hotesur, firma gestora del hotel Alto Calafate.
El tribunal tomó esa decisión a partir de un pedido realizado por la defensa de Romina Mercado, presidenta y directora titular del directorio de Hotesur, hija de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y sobrina de Cristina Fernández.
Bonadio investigaba supuestas anomalías administrativas en la gestora a partir de una denuncia presentada por la legisladora opositora Margarita Stolbizer.
La diputada y precandidata presidencial asegura que el hotel puede ser un alojamiento «fantasma» usado en su momento por el matrimonio Kirchner para presuntamente hacer negocios irregulares junto al empresario Lázaro Báez.