miércoles, 5 de agosto de 2015
El ajuste, dilema electoral en Argentina que esquivan los candidatos

Natalia Kidd
Buenos Aires, 5 ago (EFE).- Ajustar o no ajustar es el dilema que enfrentará el próximo presidente argentino, un asunto espinoso del que los candidatos a las primarias del domingo prefieren no dar definiciones en público pero que unos y otros aprovechan para hacer campaña.
Los dos postulantes aventajados en los sondeos, el oficialista Daniel Scioli y el conservador Mauricio Macri, no han precisado las medidas que adoptarán si llegan a la Casa Rosada para revitalizar una economía debilitada en los últimos años.
Sin debate formal de ideas, los candidatos tampoco han detallado sus planes en materia económica, un asunto en el que los argentinos siempre reparan a la hora de votar.
Ante la indefinición de los candidatos, los mercados y los empresarios empiezan a dar los primeros pasos para estar preparados.
El dólar ha trepado en las últimas semanas en el mercado negro, la mayoría de las empresas ha acelerado despidos y paralizado las contrataciones de plantilla, según un reciente estudio, y más de un empresario empieza a hablar de una posible devaluación tras las elecciones, pese a la insistencia del Gobierno en negarlo.
Macri es el único que se ha aventurado a adelantar pistas sobre su programa económico, aunque su planteamiento sorprendió incluso a sus propias filas.
El líder conservador anunció que mantendrá algunas de las políticas del Gobierno de Cristina Fernández, como el control del Estado en la petrolera YPF y Aerolíneas Argentinas y las millonarias ayudas sociales a las familias de menores ingresos.
Pero Macri no ha revelado qué hará con el abultado gasto público o con el complejo cepo cambiario, asuntos sobre los que tampoco se ha pronunciado Scioli.
Las críticas por la falta de definición de los aspirantes a la Presidencia se acentuaron hace unos días, cuando se difundió un vídeo de un asesor económico de Macri en el que admitía que el principal estratega de la campaña del Pro, Jaime Durán Barba, recomendó a los candidatos conservadores evitar hablar de propuestas a los votantes durante la campaña.
«No propongan nada» y «no expliquen nada», habría sugerido Durán Barba, según explica el asesor en la grabación.
También calentó el ambiente otro vídeo en el que economistas neoliberales cercanos a Macri apostaban ante empresarios por recortar subsidios y levantar las barreras a las importaciones.
Proponían abrir sin más el cepo cambiario, impuesto por el Gobierno de Fernández a finales de 2011 para intentar frenar la fuga de capitales, y eliminar los gravámenes a las exportaciones de granos, eje de una severa disputa entre el Ejecutivo y el sector agropecuario en 2008.
Además planteaban acuerdos de libre comercio con terceros países, por fuera del Mercosur o a partir de un bloque regional reformado, y cuestionaban el sistema de paritarias, por el que patronales y sindicatos negocian anualmente salarios con la intermediación del Estado.
Las ideas de estos expertos, algunos de ellos asesores de Macri, no son novedad, pero el Gobierno de Fernández aprovechó para colar el tema en la campaña y atacar a la derecha.
«Con estas declaraciones, que no tengo ninguna duda son el verdadero plan del Pro, muestran la hilacha sobre su voluntad histórica de destruir la industria nacional», afirmó el ministro de Planificación, Julio de Vido.
Según el ministro, las «medidas de ajuste» planteadas son «peores» que las de la neoliberal década de 1990 y «serían catastróficas para la industria nacional, los trabajadores y la calidad de vida de los argentinos».
También el jefe de Gabinete y aspirante a gobernar la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández, advirtió que la oposición prefiere «tener una Argentina muerta de hambre y financiada para que los que tienen mucho tengan más».
La respuesta de Macri no se hizo esperar: pidió al oficialismo que deje de «asustar» al electorado y mire la paja en el ojo propio.
«Basta de asustar a la gente. Nosotros queremos una Argentina que se va a expandir, que va a crecer su economía. Hoy es al revés: está todo ajustado y estamos llenos de cepos que impiden que el país crezca; hace cuatro años que el país está ajustado», afirmó Macri.