lunes, 12 de agosto de 2013
El ensayo electoral de Argentina

sudamericahoy-columnistas-carmen-de-carlos-bioPor Carmen DE CARLOS, para SudAmericaHoy (SAH)

Si mañana fueran las elecciones legislativas en Argentina, el resultado estaría cantado: Sería el mismo del registrado anoche en esas primarias -de quinta- que festejaron vencedores y vencidos. Dicho de otro modo, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner perdería ganando y su repudiado ex jefe de Gabinete, Sergio Massa, quedaría consagrado como una alternativa real de poder para las presidenciales del 2015. Este escenario se daría si el peronismo, según su histórica costumbre, se “encolumnara” con el peronista vencedor y Massa, ayer lo fue.

Dicho esto, ayer también fue el ensayo general de una obra que se estrena el 27 de octubre. Esto es, dentro de “dos meses y medio”, como reiteró, con mucho optimismo, varias veces en su intervención de medianoche la Presidenta argentina. Hasta entonces, puede pasar cualquier cosa. Las únicas certezas para esa fecha son los nombres de los candidatos que, todo sea dicho de paso, ya se conocían a excepción del frente de centro izquierda formado por Unen (por eso lo de primarias de quinta).

Cristina Fernández  dio a entender que el reloj juega a su favor, que tiene tiempo para reconquistar el terreno electoral perdido en Buenos Aires, -provincia y capital-, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Catamarca y, entre otras, su “cable a tierra”. Es decir, Santa Cruz. En casi todas estos distritos, hace apenas un par de años, logró un respaldo del 54 por ciento. Parece que fue ayer pero el tiempo pasa y en Argentina suele hacerlo a velocidades insospechadas. Para bien y para mal.

Sin olvidar esto, hacer pronósticos para dentro de “dos meses y medio” es una apuesta de enorme riesgo pero los indicios y la historia parecen sugerir que, en efecto, las cosas para octubre –la hora de la verdad- van a ser diferentes pero, quizás, quien más lo va a sentir va a ser el “kirchnerismo”.

El peronismo te acompaña hasta la puerta del cementerio pero no entra, suelen recordar los estudiosos del movimiento. Con esta leyenda en la memoria no sería de extrañar que a partir de hoy se oyera el ruido de las sillas arrastrándose por el Congreso para arrimarse al ganador (Massa). Si esto sucede, las deserciones “K” se verán más pronto que tarde y, seguro, antes del 27 de octubre. Otra cantar será cómo reaccionará “ella” ante la traición y el abandono. Todavía le quedan dos años de Gobierno y “la caja” y eso, no es poca cosa para nadie. Gane quien gane.