jueves, 24 de octubre de 2013
La importancia del voto de la presidenta, por Carmen De Carlos

sudamericahoy-columnistas-carmen-de-carlos-bioPor Carmen DE CARLOS, para SudAmericaHoy (SAH)

Este domingo Argentina va a las urnas para renovar parcialmente el Congreso y el Senado. El país lo hace con una Presidenta convaleciente, el Gobierno descabezado y los “grandes” candidatos pensando más en las elecciones presidenciales del 2015 que en otras vicisitudes.

Los sondeos arrojan datos interesantes. La mala salud de Cristina Fernández ha traído aparejada una ola de simpatía hacía ella. Hay encuestas que colocan el respaldo, en estos momentos difíciles, casi en el 50 por ciento. Las mismas firmas no endosan ese apoyo solidario a su candidato en la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde.

Sergio Massa, el ex jefe de Gabinete de Fernández que hoy es oposición, repasa las cifras que anticipan que esta cerca de hacer realidad el sueño de ser alguien en el intrincado mundo de la política argentina.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, sospecha –con motivos- que su tenaz camino a la Casa Rosada para suceder a “Cristina” está sembrado de minas (más de las que ya sorteó) colocadas por los suyos que son, los de “ella”.

Mauricio Macri, el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, analiza el escenario y prepara el terreno para el día después confiado en que en el 2015 el peronismo se esparza entre varios aspirantes y él se convierta, de rebote, en la esperanza blanca, formal, políticamente correcto y moderadamente conservador.

Similar reflexión pero con otra tendencia ideológica hacen en el cóctel formado en Unem. El grupo de socialdemócratas, izquierda semi dura, ex radicales y libre pensadores, no descarta que, al final, -siempre en el 2015-, sea uno de ellos el que termine empuñando el bastón de bando con la banda presidencial cruzada sobre el pecho.

Las especulaciones, teorías e hipótesis sobre el futuro propio y el de los adversarios se suceden en una Argentina que, hoy por hoy, no sabe quién gobierna, tiene dudas sobre quién lo hará y apenas le queda una certeza, su presidenta, aunque lo desee, no podrá votar.