viernes, 17 de julio de 2015
Fuerza Bruta celebra en Argentina 10 años de danza aérea por todo el mundo

Aldana Vales
Buenos Aires, 17 jul (EFE).- Con un nuevo espectáculo que combina imágenes proyectadas y danza aérea, Fuerza Bruta, una de las compañías argentinas de teatro alternativo más reconocidas por sus impactantes rutinas, celebra a partir de hoy una década de presentaciones por todo el mundo.
La compañía, que revolucionó el teatro argentino con una novedosa propuesta, regresa a partir de hoy al Centro Cultural Recoleta de la capital argentina, tras su paso por Brasil, donde lograron convocar a unas 70.000 personas en el Ginásio Mauro Pinheiro.
Dirigido por Diqui James, la dimensión visual será la principal veta a explotar en el nuevo espectáculo, que contará con la fuerza impactante de cada presentación de Fuerza Bruta.
Viento, papel picado, luces, tambores y actores que se mueven cabeza abajo en el aire son apenas algunas de las propuestas de esta temporada que invitan al público en cada escena y lo vuelven parte de la presentación.
La nueva rutina busca siempre abrumar los sentidos, que son atacados con efectos visuales en forma constante, motivados a dejar a un lado la realidad para sumergirse en el movimiento del espectáculo.
«Fuerza Bruta es show muy personal, es un show diferente. Lo hacemos nosotros como nos gusta hacerlo a nosotros. Desde el primer día nos recomendaron que no lo hiciéramos de esta manera, que era imposible, que era anticomercial, que no podíamos hacerlo en otras partes del mundo. Nosotros dijimos ‘vamos para adelante’ y nos fue bárbaro», dice a Efe Diqui James.
El creador de Fuerza Bruta se muestra alegre por volver «a su casa», el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires, una ciudad con la que mantiene un lazo especial pese a las giras por todo el mundo.
Diqui James asegura que «es muy importante» estar en la capital argentina, porque desde la compañía buscan que el show «tenga la identidad de Buenos Aires y de Argentina aunque esté en otras partes del mundo».
Creada en 2003, Fuerza Bruta llegó a más de 50 ciudad y tres continentes y tienen una de sus bases en la ciudad de Nueva York, donde se presentan todo el año.
Fue la histórica presentación durante los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo, la fecha que recuerda los primeros pasos de la independencia argentina, la que marcó un hito en la trayectoria de Fuerza Bruta en el país suramericano.
Elegida en 2010 por el Gobierno de Cristina Fernández para un espectáculo que recreara la historia del país, la compañía brindó ante casi dos millones de espectadores la mayor puesta en escena que un grupo argentino haya montado en la vía pública.
«El show ahora está en Nueva York, en China, estamos en Hungría pero, si no tenemos el show en Buenos Aires, sentimos que hay algo que falta», asegura James.
Para Laila Dipace, que lleva seis años como actriz en la compañía, la preparación para la serie de presentaciones que comienza hoy «fue interna» sobre todo.
«Tenemos muchas ganas. Recoleta es muy amigable, es muy lindo hacer el show acá. Nos entendemos, entienden lo que queremos contar y es una fiesta la que terminamos generando», afirma la actriz, que resalta ante todo la relación con el público.
«Es muy importante, sobre todo el formato, las cosas diferentes que no se pueden ver en otros espectáculos desde una forma creativa y la forma en que está unida cada escena», agrega.
Camila Taranto es parte de la compañía desde 2010, cuando empezó a actuar en el mismo centro cultural al que vuelve hoy después de haber pasado por otros países de Latinoamérica, Europa y Asia.
Tenía 21 años cuando entró a Fuerza Bruta y sostiene que creció a la par del espectáculo de este grupo y del conocimiento de la gente sobre sus propuestas.
La actriz resalta que las personas se hayan acercado a este tipo de teatro alternativo, que interpela en forma constante al público.
«Es fascinante porque no hay nada mejor que el contacto directo con un actor, con una experiencia y con las sensaciones. Entonces habla muy bien de la sociedad y de la gente como cultura cómo pueden vivir y entender el teatro así hoy en día», concluye.