Por Carmen DE CARLOS, para SudAméricaHoy (SAH)

El nuevo campo de batalla de Cristina Fernández de Kirchner es el fútbol por televisión, mas conocido por el espacio, “Fútbol para todos”. Terreno conquistado para difundir, -entre gol y gol y en los intermedios-, su discurso político, la presidenta de Argentina ha estado a punto de quedarse fuera del juego que utiliza como campaña política permanente.

La madre de Máximo -pieza importante en esta historia- evitó que le metieran el “golazo” de la imparcialidad quitándose de en medio a Marcelo Tinelli, un famoso “showman” que prometía retransmisiones exclusivamente deportivas y sin carga política. Ese error le costó al célebre locutor, productor y empresario, perder un negocio seguro. Pero a la presidenta casi le cuesta la pérdida de su jefe de Gabinete.

Jorge Capitanich, según informaciones extraoficiales, le presentó la renuncia cansado de que primero le autoricen y luego descalifiquen o anulen sus decisiones. Cristina Fernández, según las mismas fuentes, le convenció de que aguante un poco más. ¿Podrá?

En medio de este escándalo desatado por el Fútbol Para Todos, se encuentra Máximo Kirchner y La Cámpora, su organización política. Ambos exigieron la permanencia de los «relatores oficiales» de los partidos y los comentarios pro Gobierno durante las retransmisiones del torneo que empezó el viernes. Tinelli se negó, había contratado a periodistas, a profesionales deportivos y fue entonces cuando… le enseñaron la puerta de salida. La voluntad del hijo de la presidenta se había impuesto.

Hebe de Bonafini, titular de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, -investigada por fraude en construcción de viviendas públicas-  no estuvo ajena al desenlace del último capítulo de Fútbol Para Todos. Por si Tinelli no lo entendía, declaró: “no puede despolitizar” Fútbol para Todos porque el programa “no está para ganar plata sino para hacer política”.

Las redes sociales ardieron con comentarios diversos. Ejemplos: «Para mi a Tinelli lo bajaron después de una reunión entre el perrito Simon y el pingüino de peluche» escribió @pablosemmartin.@lea_alves mantuvo la línea del humor: «Me cuentan que Hebe y Máximo harían campo de juego (?). Ampliaremos….»

En este partido Tinelli ha perdido por penaltis pero el Gobierno ha quedado con demasiadas tarjetas rojas frente a la gente. Y no sólo por el presunto amago de dimisión de Capitanich. Cristina Fernández ha vuelto a crear un problema que no existía. Tiene abiertos, prácticamente, todos los frentes (político, sindical, económico y financiero) y cada día que pasa parece querer empeñarse en abrir otro.

La historia continúa y el partido, pese a las apariencias, no ha terminado. Lo saben todos, no es fútbol es política y con ésta, ya es difícil jugar.