lunes, 11 de enero de 2016
Gobierno de Macri, contra las redes del delito «enraizadas» en instituciones

Buenos Aires, 11 ene (EFE).- Tras la detención de tres prófugos acusados de asesinato y vínculos con el narco que protagonizaron una persecución de película en las últimas dos semanas, el Gobierno de Mauricio Macri apunta ahora contra las «redes de complicidades» del crimen organizado «enraizadas» en las instituciones del país.
La recaptura de los tres prófugos, luego de una intensa búsqueda que ha mantenido al país en vilo durante 15 días, permite a Macri superar su primera crisis un mes después de asumir la Presidencia argentina.
Macri, que ha incluido la «lucha contra el narcotráfico» entre sus objetivos al llegar al Gobierno argentino el pasado diciembre, no ha dudado en encuadrar la fuga dentro de «un sistema que está podrido».
En ese sentido, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, aseguró hoy que la nueva gestión irá «a fondo» contra las «redes de complicidades» con el narcotráfico y el crimen organizado enraizadas en la justicia, la política y las fuerzas de seguridad, tras la recaptura.
«Tuvimos muchos problemas, muchos sinsabores y muchas pistas falsas, muchos intentos de desviar esta investigación», dijo Bullrich.
Para la ministra, el principal problema durante la búsqueda reside en que, quienes «quieren que la Argentina siga siendo una tierra donde el narcotráfico maneje el poder», están «adentro» de las instituciones.
Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, dos de los tres prófugos, fueron apresados hoy en la provincia argentina de Santa Fe (centro), mientras que Martín Lanatta, el restante, había sido capturado el pasado sábado.
Los tres presos cumplían una condena de prisión perpetua por un triple asesinato vinculado a un caso de tráfico de efedrina y se escaparon el pasado 27 de diciembre en circunstancias insólitas: salieron por la puerta principal utilizando una pistola de madera mientras eran custodiados por un policía que, por su religión, no podía usar armas.
Desde entonces, la fuga de los Lanatta y Schillaci ha estado salpicada por cruces políticos, sospechas de complicidad policial y confusiones en la investigación.
Precisamente, Bullrich tuvo que reconocer el pasado sábado que solo habían recapturado uno de los tres presos fugados, después de que el propio Macri y otros funcionarios del Gobierno hubieran felicitado, a través de las redes sociales, a las fuerzas de seguridad por apresar a todos los prófugos.
Luego del papelón, la ministra justificó el mensaje del presidente en base a una «información falsa» que habían recibido en la cartera de Seguridad y que les llevó a pensar que los detenidos eran tres.
Información falsa que, según señaló el sábado pasado, «pudo haber significado darles tiempo a los otros dos para escaparse más lejos aún».
«Este hecho demuestra algo que va mucho mas allá, tiene raíces muy profundas y el presidente nos ha planteado que nuestra responsabilidad es ir a fondo en estas redes de complicidades en las que sectores de la política, justicia y fuerzas de seguridad están enraizados, en redes del delito, de crimen organizado y narcotráfico», agregó hoy Bullrich, sin apuntar nombres.
Martín Lanatta ya había desatado la polémica el año pasado, días antes de las elecciones primarias en Argentina, al acusar en un programa televisivo al exjefe de Gabinete del anterior Gobierno, Aníbal Fernández, de haber ideado el triple crimen.
Fernández, quien se postulaba a la Gobernación de Buenos Aires, consideró que la acusación era una estrategia de sus rivales para perjudicarlo y beneficiar a la candidata de Macri, María Eugenia Vidal, quien finalmente ganó los comicios.