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Discurso de Gabriel Boric
Buenos Aires, 10 ene (EFE).- El Gobierno argentino defendió el uso de decretos presidenciales para implementar medidas en el país y descartó, por el momento, una eventual convocatoria a sesiones extraordinarias en el Congreso, actualmente en receso hasta el próximo 1 de marzo.
En entrevistas brindadas a la prensa local, el jefe de Gabinete argentino, Marcos Peña, consideró que los decretos de necesidad y urgencia (DNU) firmados por el presidente Mauricio Macri no representan un «síntoma de autoritarismo».
Entre las medidas implementadas por decreto de Macri, se encuentran las designaciones provisionales de dos jueces para la Corte Suprema y las modificaciones en la emblemática ley de medios kirchnerista sancionada durante el primer mandato de Cristina Fernández.
«No creemos que el DNU sea una herramienta que bordee lo ilegal ni que sea un síntoma de autoritarismo», dijo Peña al diario La Nación.
En tanto, Peña señaló en una entrevista publicada por Clarín que no comparte «esa idea» de que Macri esté gobernando por decreto «ni de que haya contradicción con el espíritu republicano».
Aunque aseguró que todos los decretos pasarán por el Congreso, el jefe de Gabinete descartó que, por el momento, el Ejecutivo convoque a sesiones extraordinarias en ambas cámaras legislativas, en las que el oficialismo es minoría.
«No consideramos que éste sea el momento para hacerlo y es una decisión política, absolutamente legal y constitucional», dijo a La Nación.
En diálogo con el diario Clarín, Peña aseguró que «hoy el calendario empieza el 1 de marzo» y «puede cambiar».