sábado, 18 de julio de 2015
Javier Cantero: «El escándalo de la FIFA era lógico e inevitable»

Sebastián Meresman
Buenos Aires, 18 jul (EFE).- Javier Cantero, expresidente del Independiente argentino, que acaba de publicar un libro sobre la corrupción en el fútbol, sostuvo en una entrevista con Efe que el caso FIFA no lo sorprendió porque era «lógico» e «inevitable».
«El escándalo de la FIFA no me sorprendió para nada, era lógico que iba a pasar, no se sabía cuando, pero era inevitable», dijo Cantero.
«Tenemos que aprovechar esto que está sucediendo para que no vuelva a ocurrir. Una cosa es que haya individualidades perversas y otra que el sistema sea corrupto, que no se pueda entrar en el sistema sin ser corrupto», agregó.
Cantero, expresidente del Independiente argentino entre 2012 y 2014, relata en «Contra el sistema», su libro recientemente publicado, su lucha contra la corrupción en el fútbol y los violentos barras bravas.
Durante su gestión, prohibió el ingreso de los barras bravas al estadio y les negó entradas o autobuses para ir a ver los partidos, algo habitual en el fútbol argentino.
El enfrentamiento de Cantero con los barras bravas no solo le trajo problemas con los violentos, sino también con el Gobierno, la Policía y los directivos de otros clubes, por dejar al descubierto la relación que mantenían, según describe en «Contra el sistema».
Además, afirmó que la culpa de la corrupción en el fútbol «va de arriba hacia abajo».
«Grondona (Julio Grondona, expresidente de la Asociación del Fútbol Argentino), por su cargo, tenía mucha responsabilidad. Pero el sistema es mucho más que una sola persona. Los representantes, jugadores, dirigentes, técnicos y árbitros, entre otros, son responsables, pero también algunos agentes externos, como la Justicia, la Policía, los políticos y los sindicatos», agregó.
Sin embargo, Cantero prefirió cambiar algunos nombres y presentar su libro como una ficción por temor a una represalia.
«Tenía miedo por la salud de mi familia. Si ponía los nombres reales iba a tener muchos problemas legales y de seguridad para mi familia», explicó Cantero en la entrevista con Efe.
«Tiene cosas que viví en carne propia. Lo escribí como una especie de catarsis, fui volcando cosas y sacándome el peso y la carga de encima», dijo.
A lo largo del libro, Cantero relata como fue increpado y amenazado por barras bravas e incluso engañado por el fallecido Julio Grondona.
«Cuando descendimos a la segunda división del fútbol argentino Grondona me dijo que me nos iba a ayudar con dinero para pasar el año, nos organizamos previendo ese ingreso, pero no me lo dio», relató.
«Yo cometí el grave error de una vez decirle que mientras pudiera pagar las cuentas no iba a renunciar, ahí se dio cuenta que si me asfixiaba económicamente iba a tener que irme», agregó.
Cantero, desgastado por su lucha en solitario contra los violentos y con el club asfixiado económicamente por deudas de las comisiones anteriores, no logró cumplir su mandato y debió llamar a elecciones anticipadas.
«Yo se que la guerra la perdí, es obvio, pero algunas batallas gané y eso no me lo saca nadie. Yo estuve en el club sin pagarle a la barra brava, sin darles entradas ni micros (autobuses) ni pagarles los viajes, y eso no me lo quita nadie», insistió.
Además, sostuvo que hay tres clases de hinchas en Argentina: «los hinchas comunes, los hinchas comunes que se ponen violentos durante los partidos, y los barras bravas».
«Los hinchas comunes me tratan bien, pero los que disfrutan del sufrimiento de los rivales o quieren ganar con trampa me tratan como un estúpido, igual, yo prefiero pasar como un idiota y no haber entrado en el sistema», afirmó.
«Me encanta el fútbol, me encantaría ganar la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana o un Mundial. Pero eso no vale la muerte de un hijo. ¿A quien le puede importar jugar la Copa Libertadores o la Copa Sudamericana mientras acá hay centenares de muertos y muchísimos heridos? No se pone en su justo lugar cada cosa», añadió.
«Cuando un club grande está en el barro, cuanto más quiere salir más se entierra», dijo Cantero, pero su analogía se aplica no solo a los clubes, sino también a la AFA, la FIFA, y al fútbol en general.