miércoles, 30 de septiembre de 2015
Juez da 4 meses a fondos «me too» para cifrar monto que reclaman a Argentina

Nueva York, 30 sep (EFE).- El juez Thomas Griesa, que lleva el caso de Argentina y los fondos especulativos en Nueva York, dio hoy cuatro meses de plazo a los bonistas «me too», que no aceptaron las reestructuraciones de deuda y no se sumaron a la demanda desde un primer momento, para que cifren los daños reclamados al Estado suramericano.
En una conferencia que tuvo lugar hoy en el Tribunal Federal de Nueva York, Griesa pidió al abogado que representa a los fondos «me too», que buscan sumarse a los fondos litigantes NML y Aurelius, cifras concretas de cuánto dinero (con intereses incluidos) reclaman a la República Argentina.
La Corte de Apelaciones pidió a Griesa el pasado 16 de septiembre que acotase la clase de bonos susceptibles de ser incluidos en el caso y el magistrado definió que serían aquellos que no se hubiesen traspasado desde que empezó la causa (bonos de pertenencia continuada) y no los que se compraron o vendieron durante el proceso.
Griesa, que ha recibido tres llamadas de atención por parte de esta corte respecto a las órdenes dictadas durante el litigio, pidió hoy al abogado de esos bonistas, Saul Roffe, que cuantifique el monto final que supondría la deuda con las nuevas condiciones.
El abogado pidió entre seis y ocho meses para facilitar la cifra entre las ocho clases de acreedores que representa, pero el juez dijo que no le parecía «razonable» y pidió una respuesta en cuatro meses, tras lo cual convocó una nueva conferencia el 1 de diciembre para dar seguimiento a la recopilación de datos e información.
Roffe explicó durante la conferencia de hoy que para poder recabar todos los datos tendrá que contactar con la entidad financiera Caja de Valores de Argentina y con el agente de pago Euroclear, así como otras entidades en Hong Kong o en Japón.
Esta tercera parte del litigio se refiere a bonistas que no se acogieron a las reestructuraciones propuestas por Argentina en 2005 y 2010 y que tampoco emprendieron acciones legales individuales contra el país suramericano.
Cuando avanzó la causa de los «fondos buitres», que tienen una sentencia a favor de pago de 1.300 millones de dólares más intereses en concepto de bonos sin reestructurar, estos bonistas desempolvaron su causa para sumarse a los beneficios logrados por NML y Aurelius, de ahí que se les apodara los «me too» (los «yo también»).