domingo, 28 de octubre de 2018
La «Soledad» de Agustina Macri, en el corazón roto de Martín Caparros

Fotograna de «Soledad», de la realizadora Agustina Macri

Por Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy

Una historia de amor a la Romeo y Julieta pero
ambientada en el mundo de los anarquistas italianos que luchan contra el proyecto de un tren de alta velocidad que podría poner en peligro el ambiente natural alpino en el noroeste de Italia, es el tema de la coproducción ítalo-argentina “Soledad” de la debutante Agustina Macri, último film latinoamericano de la 13a. Fiesta del Cine de Roma.
Incluido en la sección paralela independiente “Alicia en las
ciudades”, el film es una tocante historia de amor inspirada en un libro del
escritor argentino Martín Caparrós, protagonizada por una extraordinaria
Vera Spinetta en el papel de Soledad Rosas, una joven argentina de 23 años
que por amor de un anarquista decide unirse a él para protestar contra el
plan de construir una vía férrea de alta velocidad en el valle de Susa, en
Piamonte, alterando el medio ambiente.
Soledad llega por casualidad a la casa tomada donde vive el grupo
anarquista pero se enamora inmediatamente de Baleno (Giulio Corso) y no tarda
en adherir a su causa, participando en pequeños delitos como robar cables de
cobre para mantenerse.
Pero el estado acusará a los dos de ser peligrosos terroristas y de haber
cometido un atentado (si bien este ha tenido lugar mucho antes que Soledad
llegase a Italia) instalando falsas pruebas en su domicilio.
Cuando Baleno se suicida en la cárcel, la muchacha recibe la visita de su
hermana en la casa en la que vive en libertad vigilada pero, incapaz de
soportar la ausencia de su novio, se suicidará a su vez poco antes que la
justicia italiana retirara sus cargos, constatando su total inocencia.
Macri es socióloga además de cineasta de documentales. Forma parte del equipo de documentalistas supervisado por Oliver Stone y ha incorporado en su proyecto a Italia, en una de las raras coproducciones entre los dos países, a pesar de la existencia de un tratado con este fin que se remonta a fines del siglo pasado.
Enamorada del libro de Caparrós, que durante la última dictadura militar
argentina vivió en exilio entre Francia y España, Macri compró los derechos
y escribió el guión junto al italiano Paolo Lolli organizando una coproducción, rodada entre Buenos Aires y Piamonte, con el concurso de un reparto en el que descuellan el italiano Marco Leonardi como el comisario que arma la trampa en la que caerán Soledad y Baleno, y los argentinos Luis Luque, Silvia Kutika y Florencia Dyszel como los padres y la hermana de Soledad.
“En nuestros días nadie piensa que se puede morir por amor como lo
hicieron Romeo y Julieta pero en esta historia de fines del siglo XX, Soledad
se convierte en una Julieta postmoderna que demuestra que es posible creer
hasta la muerte en el amor” afirma la directora, en la Fiesta del Cine de
Roma con su guionista, su madre y su abuela después de haber pasado por el
Festival de Varsovia hace menos de diez días.
“En un mundo donde cada vez más nos vemos envueltos en opciones
superficiales o superfluas, las motivaciones de Soledad son una utopía, un
anacronismo romántico que valía la pena descubrir y contar” declara Macri.