Martino dirigiendo uno de sus últimos encuentros con Newell´s

Por Irene GARCÍA, para SudAméricaHoy (SAH)

El fichaje de Gerardo Tata Martino por el Barcelona ha sido cuestión de horas. El argentino se ganó a pulso entrar en las quinielas de los posibles candidatos para sustituir a Tito Vilanova, después de que el catalán anunciara su renuncia al banquillo del Camp Nou por una triste recaída del cáncer que le persigue, por su exitosa trayectoria con la selección paraguaya y Newell´s. Y, además, porque ha sido el mismísimo Leo Messi el que le ha avalado.

Este punto es digno de analizar, ya que hay que entender el poder que puede llegar a tener (o tiene) el jugador argentino dentro del vestuario y de las decisiones del club. Nadie niega los éxitos como entrenador del Tata, pero también hay que reconocer su falta de experiencia en Europa y el sorpresivo aterrizaje en la que es considerada por algunos como la mejor liga del mundo. Y no llega a un equipo de mitad de tabla. Llega al vigente campeón, a uno de los mejores equipos del mundo, con la necesidad de superar o mantener un listón altísimo en el equipo culé.

Esta presión, junto al desconocimiento de la Liga, pueden jugarle una mala pasada al argentino, que además tiene que lidiar con otra gran incertidumbre que aún está por resolver: la dupla Messi-Neymar. Hay quienes se llenan la boca con que pueden ser la mejor pareja futbolística de la historia, pero aún está por ver que sean capaces de compenetrarse y no estorbarse ya que la estratosférica calidad de ambos tiene que cocinarse a fuego lento y encajarla en el juego del equipo con un movimiento de cirujano.

Messi y Neymar en un partido amistoso

Ya pasó con el Madrid de los “Galácticos”: a veces la calidad no lo es todo. Hay que sumarle a esto la dudas que tiene el Barcelona en defensa, con un Puyol ya rozando el retiro, por mucho que él quiera estirar su carrera, un Piqué muy irregular a lo largo de la temporada y unos canteranos que aún no llegan a consagrarse como postulantes de confianza al puesto.

Además, la sombra del fichaje de Carlo Ancelotti como entrenador del Real Madrid, un técnico que lo ha ganado prácticamente todo a nivel de clubes europeos y que ha armado un equipo joven y ambicioso para tratar de arrebatarle el cetro de la Liga y conseguir por fin la tan ansiada “Décima”, supone otra preocupación añadida en esta pretemporada agitada para el equipo blaugrana.

Martino  llega a la capital de Cataluña para ponerse al frente no solo de un equipo si no de un cúmulo de cabos sueltos y dudas que la afición ya ha puesto de manifiesto mediante una encuesta, en la que más del 57% de los aficionados no da el visto bueno a la incorporación del técnico argentino. Puede que por el desconocimiento de su carrera, la falta de ‘feeling’ porque no ha salido de La Masía o simplemente porque no gusta el estilo del Tata para un club como el Barcelona, alcanza para que los aficionados no sientan la ilusión que en su día despertaron otros técnicos recién llegados al banquillo culé.

El argentino tendrá que demostrar con resultados, pero también con el juego, que el Barcelona ha elevado a categoría de filosofía, que está a la altura de sus antecesores y que no le viene grande el hacerse cargo de la mejor generación de futbolistas en la historia del club catalán.