jueves, 31 de julio de 2014
La vida no sigue igual, por Ignacio PERALES

 

Cristina y Axel
sudamericahoy-columnistas-ignacio-perales-bioPor I. PERALES para SudAméricaHoy (SAH)

La Presidenta, Cristina Fernández, intenta convencer de que en Argentina todo, prácticamente, sigue igual. Pero, pese a sus palabras, ironías y sonrisas, se equivoca. «El mundo sigue andando y la vida sigue como sucede hace años, y también Argentina, lo que no deja de ser una buena noticia«, aseguró. Dicho esto, Fernández se atrevió a comparar el actual escenario del país con los bombardeos de Israel a la franja de Gaza: «Esto que nos toca vivir a los argentinos también es violencia. Son misiles financieros que cuestan vidas».

Axel Kicillof no le anda muy lejos aunque evita las sonrisas porque el tema no está para risas y prefirió no mencionar el conflicto con Hamas. Kicillof calificó de «pavada (tontería) atómica» llamar cesación de pagos o «default» a la situación en la que cayó Argentina, tras vencerse el plazo de que disponía el país para que los bonistas que reestructuraron su deuda, pudieran cobrar 539 millones de dólares. La misma posición de Kicillof mantuvo, una vez más, Cristina Fernández de Kirchner, que dejó ayer bien claro, además, que no quiere un rescate de la banca argentina y prefiere estar como está ahora, pese al hundimiento de la bolsa que cayó un 8,4 mientras la prima de riesgo o riesgo país saltó al 13, 9 y el dólar en el mercado paralelo se disparó hasta tocar las trece unidades por billete verde.

Parece que ni Kicillof ni la presidenta convencieron a los mercados internacionales ni nacionales de su teoría ya que, además, Standars & Poor´s y Fitch ratificaron, ambas, la rebaja de la nota de Argentina que, es un hecho, se encuentra en «default selectivo» o «cesación de pagos parcial». No obstante, Cristina Fernández se dio un baño de multitudes y anunció aumentos en las jubilaciones para dar una muestra de que «Argentina sigue» y no se vienen «las siete plagas». Al finalizar, la presidenta, hasta bailó en su habitual «tour» por los patios de la Casa Rosada que llena de militantes peronistas.

En este contexto insólito las partes implicadas en el litigio entre el país sudamericano y los fondos especulativos, se volvieron a encontrar en una audiencia ante el juez estadounidense Thomas Griesa ya que Argentina cedió su jurisdicción al fuero neoyorquino, del que ahora reniega. El magistrado dictó un fallo, ratificado en todas las instancias y aceptado por la Corte Suprema, que obliga a Argentina a pagar el valor nominal de sus títulos en «default» y le impide, mediante bloqueo del giro, saldar el vencimiento de los mencionados 539 millones de dólares que ha colocado, sin hacer caso a la retórica del Gobierno argentino, en cesación de pagos.
Los fondos especulativos que lideran esta demanda, NML y Aurelius, emitieron  sendos comunicados donde reprochan a la Argentina su negativa a buscar soluciones alternativas. El primero de ellos, filial de Elliot Management, cargó contra la poca flexibilidad de Argentina en la negociación, asegurando que el mediador judicial, Daniel Pollack, propuso «soluciones creativas» que fueron «aceptables» para ellos, pero que «Argentina rechazó considerar seriamente cualquiera de ellas y, en su lugar, eligió el cese de pagos».Cristina y Axel Kicillof
El fondo Aurelius fue más amplio: «Aurelius no ha recibido una propuesta que considere merecedora de una consideración seria», aseguró y añadió: «Mucho de lo que hemos leído en la prensa sobre esos contactos ha sido, hasta donde nosotros sabemos, impreciso o poco fiable». La confianza en que el traspaso de la deuda a un tercero o un depósito de garantía para aplazar la ejecución a enero no la ven, entre otras cosas, por la actitud y el discurso del Gobierno.
La única parte privada que confirmó su intención de adquirir la deuda de los «holdouts», hasta el momento, fue la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA), que también fue a Nueva York el miércoles para llevar a cabo la compra de títulos y evitar el cese de pagos en lo que se ha denominado como el «fondo patriótico» pero… se volvió con las manos vacías. No encontró «el guiño» que necesita del Gobierno de que cumpliría, como tiene que cumplir más tarde o más temprano, con la sentencia del juez a partir del 2015.

Esto es por la cláusula RUFO que permite a los bonistas de deuda reestructurada reclamar un pago igual al de otro si aquel es mejorado antes del 1 de enero de 2015. El pago hoy a los llamados «fondos buitres», tal y como obliga el fallo de Griesa, legitimaría a los bonistas que sí se acogieron al canje a pedir iguales condiciones que NML y Aurelius. Esto explica las alternativas de los bancos argentinos que ofrecieron comprar parte de la deuda a los «buitres» para aplazar el pago total hasta el 2015, opción que, hay que repetir, fue rechazada por el Gobierno.

El Wall Street Journal aseguraba que JP Morgan podría estar negociando una compra de la deuda de los litigantes (que según el fallo favorable a los fondos es de más de 1.500 millones, incluyendo intereses) pero no fue confirmado oficialmente por ninguna de las partes. Y de ser así, salvo «guiño» del Gobierno se encontraría también sin garantías de que luego le pagarían.
En cualquier caso, los ánimos de que el «default» pueda ser corregido con brevedad están presentes tanto en los analistas de la bolsa de Nueva York (que el jueves se desplomó) como en el discurso, contradictorio, de Argentina que insiste  «no nos oponemos a un acuerdo entre privados» aunque advierte que no cumplirá después con la sentencia.

El final sigue abierto todavía y no está dicha la última palabra pero las pronunciadas y los hechos, perjudican a  todos: a los «buitres», a bancos, empresas y a los ciudadanos de Argentina que, pese a ver bailar y sonreír a su presidenta, se han dado cuenta de que su vida, no sigue igual. Tampoco en Jerusalén y mucho menos, en Gaza.