sábado, 23 de enero de 2016
Los 6 porteños de Belgrano
Por Laura Marajofsky

Por Laura Marajofsky

 

Por Laura MARAJOFSKY (PlanetaJoy)

No es ningún secreto que, en los últimos años, zonas como Palermo o Recoleta han perdido parte de su atractivo: amontonamiento de locales y gente, falta de estacionamiento, trapitos, precios inflados, suciedad. Es por eso que en los últimos años el mapa nocturno de Buenos Aires ha comenzado a mutar, y barrios menos circulados como Villa Crespo, Colegiales, Núñez y Belgrano han florecido con propuestas gastronómicas originales y tentadoras. La zona del bajo Belgrano es un ejemplo: en el último año, la intensa construcción residencial trajo aperturas gastronómicas interesantes y renovaciones para tener en cuenta.

MAD Burgers & Drinks: rock en la esquina
Este bar que ya tiene casi 4 años dista de ser una novedad, y sin embargo, no es raro cruzarse con miradas incrédulas al comentar que, efectivamente, hay un lugar donde beber bien en la esquina de Juramento y Libertador. La carta, a cargo de Sebas Chiani, ofrece una de las mejores propuestas de tragos de autor de la zona, con recetas ajustadas y cócteles sumamente bellos. Porque hay que decirlo: la estética del bar y su coctelería están bien definidas y ejecutadas. De la nueva carta el Mad&Stormy (ron oscuro, lima, bitter, ginger beer casera y canela), va marcando una tendencia de lo que se viene. De la vieja carta todavía se pueden degustar cócteles bien veraniegos, como el Apple Foam (Vodka Sky, lima, manzana, azúcar especiada y lavanda), CaipiMAD (Vodka Sky, lima, almíbar especiado, té verde, maracuyá, especias y canela) o el original mojito andino (pisco, menta, naranja, azúcar, ginger beer y Malamado Malbec). En cuanto a la comida, la novedad es la hamburguesa de kobe (medallón de carne, brie, cebollas salteadas, albahaca y reducción de soja y lima) con los efectivos aros de cebolla ($220). Attenti a las promos de mediodía: hamburguesa + acompañamiento + bebida por 140 pesos.
Avenida del Libertador 6002 / T. 4783-9035

EL QUINTO: aires orientales
En una cuadra que no dice mucho acaba de abrir el discreto pero prometedor El Quinto. De la mano experimentada de Gonzalo Sacot (Sucre) y Quique Yafuso (Haiku), y con coctelería diseñada por Pablo Pignata y recreada por Meli Manhattan (Verne Club), el lugar ofrece una combinación ganadora: sushi + drinks. En el menú conviven yakitoris a las brasas, dumplings, pork bans, won ton y pad thai, spring rolls de langostinos, wraps en papel de arroz, y por supuesto, sushi: un verdadero road trip por lo más representativo de Asia, con el objetivo de apreciar el umami, el quinto sabor que da nombre al local. Entre las bebidas, el recomendado es el Harajuku (gin, almíbar de hibiscus, jengibre, lima y tónica); aunque también llaman la atención el Full Moon (ron añejo 3 años, almíbar, Cointreau, leche de coco, jugo de ananá, lima y tabasco) y el Quintonic (gin, pepino, wasabi y agua tónica), tragos frescos, aromáticos y de impronta moderna, todos a 120 pesos. El local es sumamente acogedor, en un estilo despojado pero chic (la ambientación la realiza nada más y nada menos que Horacio Gallo). También se ofrece cafetería, take away y almuerzos. Hay happy hour todos los días de 17 a 21 horas. Una brisa oriental en el vecindario.
Avenida del Libertador 6248 / T. 4784-3205

LOW 646: el nuevo bar-disco del barrio
Upgrade del concepto noventoso de “cena en boliche” -que en el barrio encontraba exponentes en sitios como Rumi- LOW 646 es un opulento bar que apunta destacarse como una alternativa high-end con cierto halo de exclusividad: desde su arquitectura (madera, vidrio, negro y dorado por doquier, varios pisos con espacios al aire libre, música electrónica) a la propuesta de la carta (en cocina Hernán Taiana y en la barra Lucas Dávalos). La barra es pequeña y sin sillas -muy similar en concepto a la del anterior bar donde trabajó Dávalos, Isabel-, no apta para quienes disfrutan de sentarse y hablar con el bartender y observar el trabajo de preparación. Los cocktails suben la apuesta en complejidad, con ingredientes exóticos (que no serán del gusto de todos) y una cuidada técnica en la realización. El 646 ($170, Grey Goose, bitter de naranja, jugo de lima, jarabe de maracuyá, polen y flores comestibles) y el Zaffroni Tai ($140, Barcardi añejo, Bacardi carta blanca, horchata Low, jugo de mandarina, puré de piña y jarabe de azafrán) son dos opciones. La cocina, por su lado, apunta a la fusión japonesa-peruana.
Sucre 646 / T. 4783-5435

SANTA MARÍA: barra con historia
En la esquina de Juramento y Tres de Febrero, a metros de Barrancas, se sitúa una institución gastronómica del barrio que se instaló en la zona hace 15 años cuando no existía demasiado por ahí. Hasta el año pasado se llamaba Salvame María; hoy cambió de nombre (y de dueños). Lo que quizás no muchos saben es que por su barra pasaron distintas figuras reconocidas del ambiente. Desde Agustín Bertero (878, Bar Uriarte) a Gastón De Gennaro (Frank’s), por ejemplo. En la propuesta coctelera se destacan los clásicos, en particular el Negroni y el Old Fashioned. La carta presenta también propuestas frescas y veraniegas, como el El Al Ma ($110, sake, Jameson, polvo de jengibre, almíbar de té Pu Erh y Earl Gray, jugo de lima, bitter Angostura y bitter Peychaud), y el Haitiana Rubia ($126, tiki de la casa, con ron añejo, lima, frutos rojos, azúcar, jugo de naranja, mango y pomelo, con toques de Tabasco, pizca de sal y rosca de pimienta). Las picadas y tapas saben acompañar los cócteles. En las tardes veraniegas, las mesas ubicadas en la esquina son un spot ideal para disfrutar del paisaje, la buena música y la luz tenue, marca registrada del lugar, que transmite una vibra relajada e informal. De 18 a 21 hay Happy Hour, todos los Cocktails al 50%.
Juramento 1905 / T. 4783-5353

DANDY: relajado & cool
Ubicado en la esquina en Sucre y Figueroa Alcorta, Dandy no es lo que se dice un bar especializado. Sin embargo, gracias a una variada carta de comida y una ambientación sencilla pero atractiva, se está convirtiendo en una opción ideal para el after-office. La carta propone desde un completo brunch, hasta platos más elaborados como su bondiola en cocción lenta con puré de batatas o el dúo de carne con papas al romero. Otro recomendado, el hot pastrami. Elegido por vecinos, oficinistas y turistas por igual, la barra no tiene mayores pretensiones, y ofrece aperitivos y cocktails sencillos y frutales para paliar el calor por 60 pesos. ¿Dos ejemplos? El Jack and Rosso, un julep que combina sabores amargos y whiskey Tennessee y el Pink Cloud, un gin sour de pomelo rosado, que provoca una sensación ambigua entre lo dulce y lo amargo y, a la vez, es muy refrescante. Todos los tragos cuestan $60. Las mesas exteriores invitan a sentarse con una bella vista al parque y la tranquilidad y el reguardo que caracteriza al barrio.
Sucre 602 / 4780-4768

Puerta Uno: el que nunca falla
Reducto clásico belgranense si los hay, ubicado en pleno Barrio Chino y pionero en la movida speakeasy, Puerta Uno sigue firme con su propuesta de coctelería de autor en un ambiente íntimo y acogedor. De la renovada carta, diseñada por Fede Cuco (Verne), se  destacan el Gin Basil Smash (albahaca, almíbar de gin y limón) y el Cotton Mouth (vodka de durazno, jugo de lima, almíbar y clara de huevo). Los tragos están en promedio $120 y por lo general, hay promos mensuales y buenos happy hours. El año pasado, a metros del local, los dueños de Puerta Uno abrieron JU, un local de jugos “coldpress” –una tecnología relativamente nueva en el país por la cual se extrae el jugo de las frutas sin destruir la moléculas de las mismas–. Algunos de estos jugos también se utilizan en la barra del bar. Por ejemplo, para preparar el Lost Airmail, a base de ron, champagne y jugo de ananá.
Juramento 1667 / T. 4706-1522