jueves, 29 de agosto de 2013
Los últimos gauchos judíos de la Argentina

Entre Ríos (Argentina). Por Silvina FRYDLEWSKY, para  SudAmericaHoy (SAH)

En pueblos con nombres como Basavilbaso, Villa Domínguez, Villa Clara, Carmel, Sajaroff y Sonnenfeld, una comunidad muy unida de ancianos judíos, algunos de ellos mayores de  80 años, lucha por mantener la cultura y la tradición como eran hace poco más de 100 años, cuando  aldeas enteras de judíos de Europa del Este y Rusia emigraron a Entre Ríos.

Pero las sinagogas, alguna vez llenas de fieles devotos, están ahora abandonadas en los bordes de los campos de soja. Los nietos y bisnietos han emigrado a las ciudades y los ancianos logran apenas, con gran esfuerzo, sostener los rezos del Shabat en los templos, que requieren un mínimo de diez hombres.

Jaime Jruz, de Villa Domínguez, es uno de los últimos gauchos judíos en una amplia franja agrícola establecida en la década de 1890. Aún hoy trabaja en la misma finca comprada por su abuelo, un inmigrante que huyó de Rusia  para para instalarse en la Argentina.

La sinagoga de Villa Clara fue construida entre 1911 y 1917 e incluye  pergaminos sagrados  traídos por los primeros inmigrantes rusos. Es una de las pocas del interior rural de la Argentina que ha sido totalmente restaurada.

En Basavilbaso, sólo alrededor de 15 personas llegan un viernes por la noche para celebrar los  servicios del sábado en la Sinagoga Tefila L’Moises. Los líderes comunitarios han sabido conservar el antiguo templo  durante casi un siglo. Pero es difícil alcanzar el quórum necesario para los servicios.

La última escala de esta viaje  por la historia de los gauchos judíos la descubrimos en el Museo de las Colonias Judías de Villa Domínguez. Fue fundado en 1985 con el fin de preservar los valiosos objetos y documentos de los colonos que llegaron a la zona, en la década de 1890.