sábado, 12 de septiembre de 2015
Caucino: «Para Rusia el chavismo era un mercado para vender armas»
Putin y Chávez

El difunto ex presidente Hugo Chávez y Vladimir Putín

sudamericahoy-columnistas-stella-montoro-bioPor Stella MONTORO, para SudAméricaHoy

En su libro «Rusia actor global», el abogado y especialista en Asuntos Internacionales, Mariano Caucino, detalla las complejas relaciones entre Rusia y Occidente. En esta entrevista a fondo descubre algunos de los aspectos ocultos de la Rusia de ayer y hoy, su mirada sobre América Latina y Argentina y reflexiona sobre el actual tablero global. Lo hace en un momento en el que la situación en Ucrania parece haber entrado en punto muerto.

En su libro habla de Rusia como protagonista de un «renacer como actor global». En ese plano, ¿Qué papel ocupa Sudamérica y en especial Argentina para la agenda rusa?

Rusia es heredera de un gran imperio con un pasado imperial acorde a una tradición de gran potencia. En su reciente enfrentamiento con Occidente, Rusia ha profundizado una tendencia de larga data: la diversificación de su agenda global. En ese plano, Asia ocupa un lugar estratégico y también, otras regiones del mundo, si bien alejadas, son tenidas en cuenta. Sudamérica es el caso. Durante los primeros años del gobierno de Putin sin embargo la agenda internacional de Moscú buscó aliarse con Washington. Tenga presente que Rusia cerró a comienzos de la década del 2000 las bases de Lourdes en Cuba y de Cam Ram Bay en Vietnam. Eran dos reliquias de la Guerra Fría pero fueron pruebas de amor hacia Occidente. Más tarde usted recordará que Putin fue el primer presidente en solidarizarse con Bush el 11 de septiembre de 2001. Lamentablemente, se perdió aquella oportunidad de generar una agenda de cooperación entre Rusia y Occidente. Más tarde, por diversas causas, entre las que la expansión de la OTAN es probablemente la más significativa, Rusia se sintió abandonada por los Estados Unidos y en respuesta comenzó a desplegar acciones que generaron inquietud en Occidente. Por caso, profundizó su programa de venta de armamento a Venezuela, algo que preocupó especialmente a los Estados Unidos. La cercanía de Chávez a Rusia fue una constante durante años. Recuerde que en cada viaje del líder venezolano a Moscú aprovechaba para denostar a Bush y a los Estados Unidos. Por supuesto, por razones obvias, a Rusia el régimen chavista le resultaba un mercado espectacular al cual proveer armamento. No podemos olvidar que el petróleo llegó a valer 147 dólares en el año 2008..

putin y cristina

El presidente de Rusia y la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner

¿Con la Argentina qué vínculos existen?

Argentina es un país especial para Rusia. Los lazos de amistad datan desde hace más de un siglo. El propio general Perón fue quien reanudó la relación bilateral en 1946, después de años de interrupción como consecuencia de la traumática Revolución. Tenga en cuenta una cosa: Perón firmó el decreto por el cual dio impulso a la reanudación de relaciones con la Unión Soviética el 6 de junio de 1946. !Dos días después de asumir la Presidencia! Perón comprendía la importancia del caso. Recuerde que tuvimos embajadores memorables, como Cantoni o Leopoldo Bravo, quien después volvió a Moscú en 1976. De hecho, como usted sabe, es casi una tradición que un sanjuanino sea destinado embajador argentino en Rusia. Pero lo central es que los rusos valoran que Argentina siempre fue un buen amigo de su país. No olvidan que en 1980 la Argentina no adhirió al boicot cerealero decretado por Jimmy Carter después de la invasión a Afganistán. Piense que Europa Occidental adhirió, junto con muchísimos otros países y nosotros no. Aquello nos permitió aumentar muchísimo el comercio de granos..

Le vuelvo a preguntar, ¿Rusia busca aliados en Sudamérica en su conflicto con las potencias occidentales?

Es posible que esa sea la lectura habitual. Yo creo que Rusia es un actor global, siempre lo fue y si en algún momento su rol estuvo disminuido como consecuencia del trauma de la caída de la Unión Soviética, eso fue una anomalía histórica. Un error o una circunstancia difícil que tarde o temprano la dirigencia rusa intentaría corregir. Rusia es un país gigantesco, dotado de reservas energéticas enormes, poseedor de un arsenal nuclear, un asiento permanente en el Consejo de Seguridad y sobre todas las cosas, heredero de una tradición imperial. Es un jugador decisivo en el mundo y es natural que busque la mayor cantidad de alianzas posibles. De ahí que Sudamérica sea también una zona del mundo en la que tiene intereses, a pesar de la lejanía. Además, Rusia ha planteado firmemente su vocación por construir un orden global multilateral. Ello no implica necesariamente un conflicto con Occidente sino una visión del mundo en la cual la etapa de la unipolaridad norteamericana de paso a un orden no-polar o multipolar.

¿El conflicto en Ucrania, desatado hace un año y medio, está configurando una nueva guerra fría?

No lo se. Hablar de una nueva guerra fría es un gran título periodístico, por supuesto, pero no se si se puede afirmar eso seriamente. Lo que si se puede decir es que es un conflicto de raíces muy profundas, que tarde o temprano iba a hacer eclosión. De hecho, cuando Kruschov cedió Crimea a Ucrania, que entonces era una de las repúblicas soviéticas, en 1954, no pasó nada grave pero ese asunto estaba llamado a ser un conflicto potencialmente explosivo. No se olvide que Crimea es el asiento de la base de la flota del Mar Negro, una posición estratégicamente clave para Rusia. Kruschov, que por otra parte era ucraniano, en ese entonces tomó una decisión a la que no se le dio especial importancia. Después de todo, tanto Rusia como Ucrania eran simplemente repúblicas soviéticas, todas bajo el mando férreo de Moscú.

El abrazo entre Fidel  Castro y Nikita Krushchev de 1960

El abrazo entre Fidel Castro y Nikita Krushchev de 1960

¿Es cierto que Kruschov estaba borracho cuando decidió ello..?

(Risas) Siempre se dijo eso. Sinceramente no lo creo.. De todos modos no tiene importancia. Talleyrand decía que solo había algo peor que un crimen, y eso era un error.. La realidad es que los hechos posteriores permiten concluir que la decisión de Kruschov fue un error cuyas consecuencias explotarían cuando la Unión Soviética colapsó en 1991..

En 2005, el presidente Vladimir Putin alarmó a Occidente cuando expresó que «la caída de la Unión Soviética fue la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX» ¿Qué piensa de ello?

Una prioridad central de Rusia, desde siempre, es la defensa de la seguridad y la integridad de su territorio. Para Rusia, desde tiempos de los zares, pasando por las siete décadas de dominio comunista y hasta hoy, conservar el territorio es la principal prioridad estratégica. Por ello, para los rusos la pérdida del imperio soviético ha sido leída como una desgracia, una realidad que separa a los rusos de Occidente, en donde la caída de la Unión Soviética fue vista como el derrumbe de un sistema oprobioso, violatorio de los derechos individuales y absolutamente totalitario. Para los rusos, en cambio, la caída del Comunismo fue bien recibida, dado que el sistema económico socialista había mostrado su fracaso más completo hacia fines de los años 80 y la falta de libertad era una realidad insoportable pero la pérdida de las posiciones de la Unión Soviética en las repúblicas que la integraban y la influencia en los países del ex Pacto de Varsovia fue vista como una derrota nacional. Eso es lo que explica la frase del 2005. El mismo Putin explicó en su libro autobiográfico «First Person», escrito en el año 2000 que un sistema basado en muros y falta de libertad no podía durar mucho más pero al mismo tiempo reconoció que la pérdida de Europa del Este fue un error.

¿Qué papel desempeñó dGorbachov en ese proceso?

Gorbachov es una figura paradigmática, y de algún modo es la contracara de Putin. Gorbachov es admirado en Occidente, pero detestado en Rusia. Lo contrario sucede con Putin quien es apoyado masivamente dentro de su país pero es una suerte de «bestia negra» en Occidente. Lo cierto es que Gorbachov, al llegar al poder en marzo de 1985 se encontró con una situación que diría, insustentable. Ya Andropov, quien fue el primer sucesor de Brezhnev, tras la muerte de este en noviembre de 1982, era plenamente consciente de que la Unión Soviética requería reformas de importancia. Lo que sucede es que Andropov murió rápidamente, en febrero de 1984. Pero aquí el destino jugó un rol: Gorbachov había sido una especie de «protegido» de Andropov, una relación que se había formado de manera casi casual, cuando Gorbachov estaba al frente de una región famosa por sus termas que Andropov solía visitar en busca de cura a su enfermedad. Andropov era una figura clave del Politburo de la era-Brezhnev. Era probablemente el hombre mejor informado de la Unión Soviética: fue el jefe de la KGB durante quince años. Conocía al detalle cómo funcionaba el mundo y no ignoraba las falencias internas del sistema soviético. Un dato interesante en esta historia es imaginar qué habría sucedido si Andropov hubiera vivido algunos años más. Después de todo, murió a los 68, aunque parecía un anciano y pasó los últimos seis meses de su mando en un hospital… Lo cierto es que después del breve período de Chernenko, otro miembro de la «gerontocracia» que gobernó desde el hospital, Gorbachov finalmente llegó al poder y lanzó sus iniciativas de reforma y apertura, que pasarían a la historia con los recordados nombres de «Perestroika» y «Glasnost». Algunos autores sostienen que Gorbachov, en realidad, es una suerte de «Cristóbal Colón ruso» dado que quería reformar la Unión Soviética y terminó destrozándola. Colon como sabemos, llegó a América buscando la India y de alguna forma su inmensa contribución histórica fue fruto de varias casualidades. La realidad es que Gorbachov quiso reformar un sistema que era prácticamente irreformable pero, además, tuvo mala suerte: el precio del petróleo se derrumbó en 1986..

Gorvachov

Gorvachov tuvo mala suerte, quiso reformar un sistema que era, prácticamente, irreformable

 

Explíqueme este asunto del petróleo y la política, una constante en la historia rusa, según expresa en su libro..

Efectivamente, así es. Existe una relación casi lineal entre el precio del petróleo (y el gas) y el grado de firmeza de la política exterior del Kremlin. De hecho, los elevados precios de los commodities energéticos en los años setenta, como consecuencia de la crisis de Medio Oriente de 1973 y de la revolución iraní de 1979, permitieron una afluencia de petro-dólares que facilitaron extender el experimento comunista varios años más de lo que hubiera sido posible en otro contexto. Entonces, la afluencia de divisas alimentó una política exterior expansiva que terminó llevando al Politburó a decidir la invasión a Afganistán en diciembre de 1979, una operación que terminaría configurando un error de envergadura a tal punto que en tiempos de Gorbachov se reconocería que Afganistán se había convertido en «el Vietnam soviético». La guerra en Afganistán se había transformado en una guerra imposible de ganar. Lo cierto es que en 1985-86 una combinación de factores complicó duramente a la Unión Soviética. Por un lado, el precio del petróleo se derrumbó, como consecuencia de la decisión de Arabia Saudita de cuadruplicar la producción. Una decisión en la que, después se supo, los Estados Unidos no fueron ajenos, tal como reconoció el entonces secretario de Estado George Schultz. Inteligentemente, la Administración Reagan provocó una doble tenaza a Moscú: por un lado aumentó el gasto de defensa y por otro lado estimuló una caída del precio del petróleo. Mantener el aparato militar de la superpotencia soviética, con el objeto de mantener la biparidad con los Estados Unidos era cada día más costoso. Gorbachov comprobó que el sistema era imposible de sostener y comenzó a aplicar reformas. Poco tiempo más tarde se vio obligado a abandonar las posiciones en Europa del Este, una actitud que lo alejó por completo de la política tradicional soviética, que había sido plasmada en lo que se dio en llamar «la doctrina Brezhnev» de soberanía limitada..

¿La caída del precio del petróleo hundió a la URSS?

Mire, no se si la hundió, pero lo que es seguro es que aceleró su caída. La dependencia de Rusia del petróleo y el gas era y sigue siendo enorme. El propio gobierno de Putin ha planteado la diversificación económica como un desafío central para el país. De hecho Medvedev hizo un planteo de modernización muy importante cuando fue presidente. Los países que se acostumbran a vivir de la renta suelen caer en situaciones recurrentes de crisis cíclicas. Una situación que se repite en prácticamente todos los países que tienen una economía rentística, vea hoy lo que sucede en Venezuela, por caso. Como es conocido, los países con economía de renta generan lo que se llama «cultura de renta». Es lo que se ha llamado «la enfermedad holandesa» ya hace muchos años… Pero volviendo a su pregunta, le diría que efectivamente, la caída dramática del precio del petróleo a partir de mediados de los ochenta fue un factor decisivo de la aceleración de la caída de la Unión Soviética, aunque esta padecía una debilidad central e innata pues estaba asentada en torno a un sistema económico contrario a la creación de riqueza. Recuerde aquella obra de Amalrik de los años sesenta que se preguntaba si la URSS tendría sobrevida más allá de 1984…

¿Qué juicio hay en Rusia sobre la figura de Gorbachov?

Es muy cuestionado. La impopularidad de Gorbachov dentro de su país es de tal envergadura que cuando se presentó a elecciones en 1996, en contra del consejo de su propia mujer (Raisa), sacó apenas 300 mil votos, una cifra insignificante. Probablemente el juicio sobre Gorbachov sea injusto en cierta forma pero esta es la realidad. En Occidente, en cambio, Gorbachov es visto como un héroe. Lo contrario sucede con Putin.

Putin es un líder enormemente cuestionado fuera de Rusia…

Es muy criticado, es visto como alguien que pretende revivir la Unión Soviética. Algo que no es cierto. El propio Putin dijo alguna vez: «Quien no añore la Unión Soviética no tiene corazón, pero quien quiera reconstruirla no tiene cerebro». Esa es la verdad. Pero el problema es que en Occidente no se suele comprender cómo funciona la política rusa. Se suele desconocer su historia, su realidad y la naturaleza de su sistema político. Lamentablemente, en los países occidentales una costumbre extendida es ver el mundo tal como quisiéramos que fuera y no como realmente es. Por otra parte, conviene tener presente en qué circunstancias llegó Putin al poder, en medio del desprestigio total de Yeltsin y con una Rusia que se sentía quebrada económica, política y espiritualmente.

Vladimir Putin y Barak Obama

Vladimir Putin y Barak Obama

¿Cómo surgió Putin? 

Putin surge como líder tras ser elegido por Yeltsin como sucesor, a fin de 1999. En ese momento, fue una sorpresa para todos. Putin era prácticamente desconocido, había sido primer ministro tan sólo unos meses. Yeltsin supo armar la escena magistralmente: presentó su renuncia seis meses antes de culminar su mandato, en la medianoche del último día del siglo, el 31 de diciembre de 1999.. La Constitución rusa establece que en caso de dimisión o muerte del presidente, el primer ministro ejerce la Presidencia hasta que se elija un nuevo presidente, en el plazo de tres meses. En Rusia no existe la figura del vicepresidente, o mejor dicho, ese cargo fue suprimido en 1993. Así llegó Putin: heredó el poder y se hizo enormemente popular con la guerra chechena y al mostrarse como un líder joven y sano que buscaba recuperar el prestigio de un país humillado. Su imagen era la contracara de la de Yeltsin, quien terminó su gobierno dando la impresión de ser un anciano deteriorado aunque en realidad tenía menos de setenta años.. Pero la clave de la popularidad inmensa de Putin es bastante más simple de lo que podría suponerse.. Los años noventa fueron años turbulentos, controvertidos y de enormes transformaciones que los rusos, en general, recuerdan como pesadillas. Imagínese que los precios fueron liberados de la noche a la mañana, a comienzos de 1992. Por un momento lo invito a cerrar sus ojos y pensar en qué puede ocurrir en un país que no tenía sistema de precios -porque el Estado controlaba todo- en el que de un momento al otro apareció el capitalismo. De pronto, los ciudadanos del país dejaron de tener un esquema de vida estable y garantizado a vivir en la incertidumbre más absoluta. Porque, esto es importante recordarlo, el comunismo era un sistema de vida plagado de privaciones pero ofrecía una dosis de estabilidad importante. Una estabilidad mediocre y deprimente pero estabilidad al fin, en especial durante la larga era Brezhnev (1964-1982). Todo un sistema de vida se derrumbó, de la noche a la mañana..

Usted se refiere a la caída de la URSS…

Exactamente, en 1990-91 las repúblicas soviéticas comenzaron a declarar su independencia de Moscú y a recuperar su soberanía. A fines de aquel año 91, las repúblicas terminaron de decretar que la Unión Soviética cesaba en su existencia. Aquella fue la fórmula que se utilizó: «cesar en su existencia». De pronto, Gorbachov pasó a presidir una entelequia. La Unión Soviética había desaparecido. El imperio todopoderoso de Stalin había caído, se había desmoronado como un castillo de naipes.. La Federación Rusa, presidida por Yeltsin, heredó su arsenal nuclear, su asiento en el Consejo de Seguridad y los bienes públicos del Estado soviético, pero la economía colapsó. El comunismo mostró su fracaso rotundo. De golpe, el país cayó en la hiperinflación, en las ganancias repentinas y en un capitalismo gangsteriano en el que las fortunas aparecían de un día al otro.. Emergieron enormes desigualdades sociales. ¿Qué clase de capitalismo podía surgir en esas circunstancias? ¿Podía imaginarse un proceso de privatizaciones limpio y transparente? Obviamente no, y obviamente ello no sucedió. Por el contrario, apareció un tipo de capitalismo en el que pocos hombres de negocios se repartieron el botín. Los llamados «oligarcas» a los que la sociedad visualizó, con justa o injusta causa, como los grandes responsables de las desgracias del país. En aquellos años, un chiste repetido graficaba el asunto: decía algo así como que «todo lo que nos habían dicho sobre el comunismo era mentira pero todo lo que nos habían dicho sobre el capitalismo era cierto».

¿Tan terribles fueron los años 90?

Fíjese, Robert Kagan escribió hace algunos años una frase simple, pero que encierra una enorme verdad: «para Europa, los años 30 son un trauma, pero para Rusia, los años 90 son su trauma». La realidad es que los años 90 deberían ser mejor analizados. El rol de Yeltsin, por caso, algún día será evaluado con mayor detenimiento. Hizo lo que pudo, y probablemente su mayor pecado fue dejarse abandonar por completo. El mismo confiesa en sus Memorias que su salud no daba más. Tenga en cuenta una cosa, en un país como Rusia, la imagen de su presidente es la imagen del país. Esa es una realidad en casi todos los países pero más en aquellos en los que las instituciones son más débiles que los actores políticos. Tenga en mente que en Rusia, después de una transformación tan enorme, las instituciones tenían una debilidad gigantesca, si es que se puede decir que existían realmente. De hecho, probablemente una de las pocas instituciones sobrevivientes al cataclismo de aquellos años fue precisamente el aparato de seguridad del estado, de donde surgió precisamente Putin.

Imagen de la caída del muro de Berlín

Imagen de la caída del muro de Berlín

¿Usted piensa que en las capitales occidentales hay errores de cálculo sobre las actitudes rusas?

Lo que yo creo es que Occidente y Rusia han hecho lecturas diferentes respecto a la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética. Occidente se embarcó en un optimismo que más tarde se comprobó que era desmedido. Se llegó a hablar del «fin de la historia» y se ensayaron teorías sobre un mundo ideal en el que la democracia y la economía de mercado sería la regla universal.. Lamentablemente eso no sucedió e increíblemente, algunos se sorprendieron cuando reaparecieron en el escenario global grandes potencias como Rusia o China. La historia tiene reglas más permanentes de lo que se creía..

¿Qué piensa Washington sobre Rusia?

Hay distintas visiones. Básicamente, en la clase política norteamericana y en la intelectualidad o los círculos académicos hay dos formas de entender el fenómeno ruso y en especial, el liderazgo de Putin. Por un lado, existen los llamados «realistas» que ven el mundo tal como es y en esa inteligencia, buscan las fórmulas más adecuadas para alcanzar los objetivos de largo plazo, es decir el verdadero interés nacional. Kissinger siempre recuerda que un estadista es un individuo que toma decisiones en un marco de opciones limitadas y en un contexto que no elige. Por supuesto, hay otras visiones. Hay quienes creen que la democracia puede ser implantada a cualquier costo. Ello se intentó varias veces, desconociendo las realidades de las distintas sociedades. Lamentablemente, a veces se ha pecado de cierta ingenuidad. Fíjese lo que sucedió con la llamada Primavera árabe hace cuatro o cinco años y el desastre que hoy vemos con el surgimiento del ISIS a gran escala y el drama de los inmigrantes en Europa..

¿Qué lo llevó a estudiar sobre Rusia?

Yo nací en 1976. En 1989/1991, cuando se derrumbó el comunismo y se disolvía la Unión Soviética yo tenía 15 años. Esos hechos marcaron mi generación. Me pasé años estudiando la Guerra Fría. Más tarde me intrigó cómo Rusia y Occidente comprendieron de manera distinta los fenómenos que siguieron a la caída del socialismo real y me llamó la atención cómo Yeltsin y Putin que comenzaron cada uno de ellos una política de acercamiento con Occidente luego se fueron alejando. Esa inquietud me llevó a consultar a menudo con los ex embajadores argentinos en Rusia, Arnoldo «Noli» Listre, Juan Carlos Sánchez Arnau y Juan Carlos Kreckler, tres profesionales de primer nivel que siempre me ayudaron especialmente. También ello me llevó a viajar a Rusia en varias ocasiones, como producto de una pura curiosidad. En los últimos años, la crisis ucraniana hizo que algunos amigos, como Guillermo Lousteau, del InterAmerican Institute for Democracy de Miami, me invitaron a brindar algunos seminarios allí y de esa forma surgió la idea de escribir este libro. Además, creí que podía hacer una contribución porque existe muy abundante cantidad de estudios sobre Rusia en el mundo anglosajón pero muy escasa en el ámbito iberoamericano.

Hablemos de Ucrania…

Ucrania me hace recordar a una máxima de Fridman que sostiene algo así como que los conflictos geopolíticos tienden a reproducirse a si mismos. Lo cierto es que Ucrania es un caso de especial importancia. Se trata de un país dividido, enclavado en una región compleja, entre Rusia y Europa y cuya historia está marcada a fuego por esa tensión. La política ucraniana oscila siempre entre una política pro-rusa o una política pro-europea. Es inevitable. Los gobiernos ucranianos, desde su independencia en 1991, buscaron quedar bien con unos y con otros, por regla general, mientras pudieron. Lo grave a mi entender fue la actitud de Occidente de estimular más de lo razonable un posible ingreso de Ucrania a la Unión Europea o a la OTAN. Eso es inaceptable para Rusia, nos parezca bien o mal. Ya Kennan lo dijo en 1951: para Rusia, Ucrania es como Pennsylvania para los Estados Unidos.. Y el embajador Kennan no era un improvisado, sino todo lo contrario.. fue el autor de la teoría de la contención de la Unión Soviética. Quizás fue el mayor soviétologo que tuvo el Departamento de Estado.

¿Moscú nunca aceptará la independencia de Ucrania?

Puede aceptarla si no le queda más remedio. Pero instintivamente los rusos creen que Ucrania no es un país extranjero. Tenga presente que los propios orígenes de Rusia están en Ucrania, en el Principado de Kiev. Algunas de las más importantes batallas de la historia rusa fueron peleadas en Ucrania. De hecho, una parte significativa de la población ucraniana es rusa o pro-rusa. Sobre todo, en el sur y en el este del país. Vea lo que sucedió en el plebiscito en Crimea: el 96,7 por ciento de la población votó por la anexión a Rusia! Hay gente seria dentro de la intelectualidad que sostiene que en el caso de Ucrania casi casi se puede hablar de un estado fallido. Naturalmente, a los ucranianos les cuesta aceptarlo, pero Ucrania es un caso de extrema dificultad derivada de su rica geografía atrapada entre un gigante como Rusia y otro gigante como Europa.. De hecho, en la propia Rusia habita una tensión casi eterna, entre la tradición europea y la asiática. No hay que olvidar que Rusia fue invadida, en los últimos doscientos años, dos veces por fuerzas provenientes de Occidente que pusieron en riesgo la propia supervivencia del estado y la integridad territorial estuvo en juego.

¿Se refiere a las invasiones de Napoleón y Hitler?

Efectivamente. Tanto el Imperio Francés como la Alemania nazi invadieron Rusia, en 1812 y 1941. En ambos casos, Rusia resultó vencedora, pero a costo de cientos de miles o millones de muertos y gracias al frío implacable. Pero lo más relevante es que ambas invasiones dejaron una común enseñanza: los rusos reafirmaron su doctrina de protección del territorio como objetivo central de su política.

¿Existe una obsesión por la seguridad en Rusia?

Bueno, la palabra obsesión pertenece más a la psicología que a la política o a la historia. Diría que lo cierto es que existe una preocupación permanente sobre la integridad territorial. Tenga en cuenta una cosa: Rusia, a diferencia de los Estados Unidos, es un territorio inmenso pero carente de fronteras naturales definidas como en el caso de los Estados Unidos, un territorio gigantesco, rodeado por dos inmensos océanos. Esa convicción, como le explicaba, llevó a Moscú a rodearse por un doble anillo de protección en tiempos de la guerra fría. En primer lugar, un primer anillo de protección lo integraban las repúblicas soviéticas del Báltico, el Cáucaso y las repúblicas de Asia Central. En segundo lugar, el segundo anillo de protección estaba formado por los países del Pacto de Varsovia, como Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Alemania oriental, Rumania, etc..

¿La expansión de la OTAN fue un error?

Depende desde donde se lo mire. Para los rusos, es inaceptable. El propio Vaclav Havel reconoció hace algunos años que Rusia se veía rodeada por el avance de la OTAN y que sus temores eran comprensibles. Para los países del ex Pacto de Varsovia, por el contrario, pertenecer a la OTAN es una garantía. Esos países viven todavía con el trauma derivado de décadas de presencia soviética.

Explíqueme más..

Para el Kremlin, la ampliación de la OTAN resulta inaceptable. Si en lo años 90 Rusia tuvo que aceptar la primera expansión de la OTAN fue como consecuencia de una debilidad estructural derivada de la caída de la Unión Soviética. Rusia era y se sentía débil en aquellos años. Tenía dificultades económicas, deudas enormes, un presidente enfermo y una sociedad golpeada emocional y espiritualmente. Lo que sucede es que los años 2000 modificaron la realidad. El precio del petróleo volvió a subir y Rusia además contó con un nuevo liderazgo. Putin aprovechó esta realidad y construyó un sistema político en torno a su liderazgo y ofreció a los rusos un espíritu de reivindicación. Además, la bonanza hizo que surgiera una nueva clase media, con acceso al consumo y a una mejor calidad de vida. Objetivamente esto es así y ello explica la inmensa popularidad del gobierno, aunque en los últimos años la economía dejó de crecer.. Ahora, volviendo al asunto de la expansión de la OTAN la explicación es la siguiente: Rusia pudo aceptar que Polonia, la República Checa o Rumania se integraran a la alianza atlántica a fines de los 90 o principios de los 2000. No tenía alternativa en aquel momento. Pero cuando Georgia -una ex república soviética- quiso ingresar a la OTAN en 2008 o cuando Ucrania quiso entrar a la Unión Europea en 2013 eso era simplemente intolerable. Lo curioso de todo esto no es la actitud de Rusia, que puede gustarnos o no pero es absolutamente previsible. Lo curioso es la actitud de Occidente.. Recuerde que ya James Baker, cuando era secretario de Estado, le prometió a Gorbachov que una Alemania unificada no significaría que la OTAN se expandiría hacia el Este.. Occidente incumplió esa promesa y eso fue a comienzos de 1990…

Putin y Xi Jinpin estrechan manos y lazos entre las potencias China y Rusa

Putin y Xi Jinpin estrechan manos y lazos de colaboración entre las potencias China y Rusa

¿Rusia fue olvidada por Occidente y por ello se volcó a China?

El creciente enfrentamiento entre Rusia y Occidente obligó a Moscú a diversificar sus prioridades estratégicas, como le decía. Ello hizo que el Kremlin fomentara una política exterior multipolar, de promoción de las relaciones con diversas zonas del mundo y no solo prestara atención a los Estados Unidos o a Europa occidental. Ello explica la mirada a Sudamérica de la que hablábamos antes y especialmente, a su aproximación al Asia-Pacífico. Las sanciones económicas de Europa y de los Estados Unidos, derivadas del conflicto ucraniano terminaron de empujar a Putin a redefinir su agenda global. Asentada entre Asia y Europa, Rusia tiene una posición de privilegio en el mundo. Es más que un país, es una verdadera fracción del planeta. Imagínese que usted puede volar durante nueve horas, atravesar nueve husos horarios y sigue volando sobre un único país.. Hace ya más de diez años, en 2003-2004 Putin comenzó a sentirse rodeado por la OTAN cuando comprobó que Washington impulsaba «revoluciones de colores» en ex repúblicas soviéticas como Ucrania. En 2008, vio como estalló la crisis en Georgia. En 2011 vio como Occidente cuestionaba su vuelta a la Presidencia y hasta las autoridades americanas hablaron de fraude electoral.. Lo importante del caso no es lo que podamos pensar nosotros, pero esa es la visión del mundo que se tiene desde el Kremlin.. Los rusos llegaron a la conclusión de que la alianza con los Estados Unidos posterior al 11 de septiembre les aportó muy poco o casi nada. En los ojos de Moscú, Occidente no fue un buen socio. Demoró indefinidamente su ingreso a la OMC, y pese a las promesas de Bush no se hizo nada por levantar las sanciones derivadas de la enmienda Jackson-Vanik.. Rusia siente que los Estados Unidos no le dieron nada a cambio de permitir el acceso por Rusia y Asia Central en la guerra de Afganistán en 2001/2002 y terminó preguntándose qué clase de aliados eran.. Ello hizo que Rusia se volcara a profundizar su relación con China, pese a las históricas desconfianzas entre los dos gigantes. Recuerde por caso que China y la Unión Soviética estuvieron al borde de una guerra de magnitud en 1969..

Richard Nixon y Mao   en un encuentro histórico

Richard Nixon y Mao en un encuentro histórico en 1972

En aquel momento los Estados Unidos actuaron de otro modo..

Por supuesto. En ese entonces Nixon y Kissinger comprendieron de inmediato que los Estados Unidos debían restablecer relaciones con China Popular. En 1972 Nixon viajó a Beijing y se entrevistó con Mao. Aquello fue revolucionario realmente. Para los soviéticos fue un golpe. Ahora todo parece distinto pero estoy convencido de que todo este proceso dejará algunas enseñanzas.. Occidente tarde o temprano comprenderá que es mejor una Rusia fuerte con la cual cooperar que una Rusia débil volcada por necesidad a China.