Buenos Aires, 31 oct (EFE).- El ministro de Interior y Transporte argentino, Florencio Randazzo, quien durante la primera mitad del año aspiró a ser candidato presidencial, aumentó hoy la tensión en el oficialismo al afirmar que la mandataria Cristina Fernández eligió a Daniel Scioli «y los resultados están a la vista».
Tras una semana plagada de cruces internos que evidenciaron la falta de unidad interna en el oficialismo para apoyar a Scioli, Randazzo se sumó a la polémica al hacer hincapié en que en las elecciones generales del pasado domingo Scioli venció «con un margen muy exiguo».
«La Presidenta ha decidido que el candidato sea Scioli y los resultados están a la vista», dijo el ministro, en declaraciones a la radio MDZ.
Durante la primera mitad de 2015, Randazzo se había posicionado como un claro aspirante a suceder a Cristina Fernández pero, a mediados de junio, tan solo tres días antes del cierre de las listas para las primarias de agosto, renunció a su candidatura.
Con su retirada, Scioli quedó como postulante único del gobernante Frente para la Victoria (FpV) a la Presidencia argentina.
Según el ministro, que ha descartado formar parte de un futuro gobierno, «el candidato (oficialista) hubiera salido mucho más fortalecido» si hubieran podido competir en elecciones primarias.
Mientras, tanto Scioli como el bloque opositor que lidera su rival para la segunda vuelta electoral del 22 de noviembre, el conservador Mauricio Macri (Cambiemos), mueven sus piezas para tratar de aglutinar apoyos políticos.
El candidato oficialista, que antes de las elecciones generales había avanzado muchos de los nombres que compondrán su equipo de ministros, aseguró hoy que la formación del Gabinete es «un tema aún abierto», en declaraciones a Radio Mitre.
Desde la coalición Cambiemos, el radical Ernesto Sanz apuntó a los votantes del peronista disidente Sergio Massa -apartado ya de la carrera electoral tras quedar tercero en los comicios-, al manifestar que en un futuro gobierno de Macri podría haber «un par de lugares» para dirigentes massistas.
Scioli y Macri se enfrentarán en un inédito balotaje el próximo 22 de noviembre.
Pese a que las encuestas vaticinaban un triunfo oficialista en primera vuelta, Scioli no superó el 45 % de los apoyos ni el 40 % con 10 puntos de ventaja sobre el segundo que impone la ley para proclamarse presidente.
La exiguo ventaja de 2,5 puntos sobre Macri y la pérdida, a manos de Cambiemos, del distrito más importante del país, la provincia de Buenos Aires, de la cual Scioli es gobernador saliente, han desatado fuertes dudas sobre la capacidad del candidato para emerger como figura líder del oficialismo.