Buenos Aires, 22 sep (EFE).- Un joven acusado junto a su hermanastra de presunto parricidio en Argentina fue trasladado hoy a cuidados psiquiátricos penitenciarios después de que su abogada haya hecho público que cometió canibalismo tras perpetrar el crimen, informaron hoy medios locales.
Mónica Chirivin, defensora de Leandro Yamil Acosta, indicó este lunes al canal de televisión C5N que, durante las entrevistas que mantuvo con su cliente, este le dijo que cometió los homicidios y que «fue algo orgásmico» y que tras ellos se «sintió tranquilo».
Según la abogada, su cliente le dijo que se comió un «pedacito» de carne de tórax, sin detallar de quién.
Acosta fue derivado hoy a una unidad psiquiátrica del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), donde permanecerá alojado a la espera de que se defina sus situación procesal y de que se realicen pruebas psicológicas para determinar si, como alega su defensa, sufre una «patología» que lo hace inimputable, según detalló hoy la agencia oficial Télam.
Acosta, de 25 años, y su hermanastra (sin lazos de sangre) Karen Daniela Klein, de 22, fueron detenidos el pasado 13 de septiembre, en la zona de la localidad bonaerense de Pilar (unos 50 kilómetros de la capital argentina), acusados de matar al matrimonio formado por el padre de ella y la madre de él, después que la policía hallara restos humanos calcinados en el domicilio familiar.
La investigación realiza actualmente pericias para determinar si los restos hallados inicialmente en la casa (pertenecientes a una mujer) y otros encontrados en bolsas de deshechos en un descampado cercano corresponden con los padres de los acusados, Ricardo Ignacio Klein (54) y Miryam Esther Kowalczuk (52), desaparecidos desde principios de septiembre.
La abogada de Acosta detalló a los medios locales que su cliente en ningún momento «ha llorado, ni ha estado angustiado, ni mucho menos» y que todo lo relata con un «tono sensual», como si lo estuviera contando «con cierto goce».
Por su parte, la hermanastra, también acusada de homicidio agravado, alega que los crímenes los cometió Acosta y que ella colaboró con la limpieza y no lo denunció porque estaba amenazada.