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Discurso de Gabriel Boric
Buenos Aires, 31 jul (EFE).- El «cepo» al dólar se metió hoy de lleno en la campaña electoral argentina con un duro cruce entre el Gobierno, la oposición y la Bolsa de Buenos Aires que ha calentado el clima político y ha favorecido una subida de la divisa estadounidense en el mercado negro.
Tanto la Casa Rosada como el Banco Central argentino defendieron hoy que desmontar las restricciones cambiarias impuestas a finales de 2011 para contener la fuga de divisas equivaldría a una súbita pérdida de las reservas monetarias y se traduciría en una devaluación brusca del peso argentino.
«Si se abriera la posibilidad de que cualquiera fuera a cualquier lugar y compre dólares, como dicen ellos (la oposición), perderíamos las reservas en tres días y automáticamente se pondría a Argentina en las peores condiciones», dijo hoy el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en su contacto diario con la prensa.
La economía, en particular el «cepo» cambiario, ha asumido protagonismo en la campaña para las primarias que se celebrarán el 9 de agosto con vistas a las presidenciales de octubre.
La discusión se reavivó en las últimas semanas cuando el precio de la moneda estadounidense en el mercado informal -una plaza que floreció tras la imposición de restricciones para acceder a comprar divisas en bancos y casas de cambio- empezó a dispararse, hasta tocar la semana pasada un máximo en el año de 15,10 pesos por unidad.
Un avance que movió al Banco Central a adoptar medidas, como aumentar las tasas de interés, para incentivar los depósitos bancarios en pesos y evitar que se fuguen hacia la compra de dólares.
El denominado dólar «blue», cuya comercialización es considerada ilegal por el Gobierno, inició la semana en retroceso, pero finalmente retomó la curva alcista y hoy cerró al borde de los 15 pesos por unidad, frente a los 9,19 pesos que marca la cotización oficial.
«El cuidado de las divisas sigue siendo una prioridad para los argentinos, que no emitimos dólares. Los dólares vienen de la balanza comercial», afirmó el jefe de Gabinete, quien subrayó que Argentina tiene «muchas reservas» monetarias, por 33.900 millones de dólares, «que son protegidas y cuidadas como corresponde».
Según el ministro, Argentina «tiene una moneda fuerte», aunque el peso puede «atravesar una situación circunstancial con un mínimo nivel de depreciación», que situó en un 15% anual.
Para Aníbal Fernández, las propuestas de parte de la posición, en particular la conservadora Propuesta Republicana (Pro) de acabar con el «cepo» es «una enorme mentira electoral».
En medio de la tormenta, el titular del Banco Central argentino, Alejandro Vanoli, advirtió hoy que «si alguien propone levantar todas las regulaciones cambiarias, está proponiendo una devaluación y un vacío de las reservas».
«Creo que forma parte de una visión liberal que siempre ha expresado, que no comparto, porque entiendo que el Estado tiene que intervenir para evitar la volatilidad financiera», señaló Vanoli en declaraciones a una emisora local.
El funcionario explicó que «el del dólar ilegal es un mercado muy chico, por supuesto nada transparente», y aseguró que el Banco Central «va a seguir utilizando todos los instrumentos de política para que estén estabilizadas las variables financieras, para mantener un nivel de reservas».
Vanoli respondía así al presidente de la Bolsa de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, quien anoche apuntó que, si no hubiera restricciones, el valor del dólar «sería menor».
«Soy de los que aprendieron que todo lo prohibido tiene un valor superior y todo lo permitido, uno inferior», dijo Gabbi.
También desde la conservadora Propuesta Republicana (Pro), el candidato a la Presidencia y alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, se inclina por levantar las restricciones aunque no ha precisado cómo lo hará si llega a la Casa Rosada.
«Nosotros vamos a arrancar el programa económico levantando el cepo», dijo este jueves Rogelio Frigerio, presidente del Banco Ciudad y uno de los referentes del equipo económico de Macri.
El cepo «se levanta con confianza», agregó, y si Macri es presidente, «van a entrar tantas divisas e inversiones » que el precio del dólar va a bajar.