Natalia Kidd
Buenos Aires, 25 nov (EFE).- El economista Alfonso Prat-Gay, un experto en política monetaria, expresidente del Banco Central de Argentina y con un paso previo por el JP Morgan, ocupará el nuevo Ministerio de Hacienda y Finanzas que creará el Gobierno del presidente electo Mauricio Macri.
Nacido en Buenos Aires hace 50 años, Prat-Gay ha combinado su perfil técnico con el de político, con militancia activa en la Coalición Cívica, fuerza aliada de Macri en el frente conservador Cambiemos.
Graduado con honores en Economía por la Universidad Católica Argentina, en 1992 viajó a Estados Unidos para realizar una maestría en Economía en la Universidad de Pensilvania.
«Entiendo la economía como una ciencia social en el mejor de los casos y en un arte en la mayoría de los casos», define el designado ministro en su propio sitio web.
Su nombre comenzó a ser conocido durante la presidencia del radical Fernando de la Rúa (1999-2001), cuando el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, lo propuso para ocupar la presidencia del Banco Central, lo que finalmente no se concretó.
Dice tener «obsesión» por entender los procesos económicos desde una «mirada humana».
«Los números para las personas, y no las personas para los números», enuncia.
Con sólo 37 años, Prat-Gay saltó finalmente a las grandes ligas de la economía argentina a finales de 2002, cuando el entonces presidente provisional, Eduardo Duhalde, lo designó titular del Banco Central, mientras Argentina recién comenzaba a mostrar tímidos signos de recuperación tras la severa crisis que estalló a finales de 2001.
Economista de tendencia liberal, había trabajado hasta 2001 en el banco de inversión estadounidense JP Morgan, en sus oficinas en Buenos Aires, Nueva York y Londres. En la capital británica, llegó a ser jefe de Investigación de Monedas del banco de inversión.
Al momento de ser elegido para presidir el Banco Central era asesor de los equipos técnicos del entonces presidente del club de fútbol Boca Juniors, Mauricio Macri, y que por aquellos días ya planeaba aspirar a la Alcaldía de la ciudad de Buenos Aires.
Al frente del Banco Central Prat-Gay aplicó una política austera y con intervenciones en el mercado de cambios para evitar fuertes alteraciones en la cotización del peso frente al dólar.
Dejó de comandar la autoridad monetaria en septiembre de 2004, cuando se venció su mandato y no aceptó otro período por diferencias de estrategia con el entonces presidente Néstor Kirchner (2003-2007).
Durante su gestión de dos años las reservas monetarias pasaron de 10.400 millones de dólares a 18.300 millones de dólares.
«Cuando presidí el Banco Central aprendí rápidamente que los grandes desafíos se resuelven construyendo consensos y no dando órdenes. Necesito escuchar. Me gusta escuchar», asegura.
Esa «pasión por escuchar», afirma, le convenció de la «necesidad» de involucrarse en la vida pública a través de la política.
En marzo de 2008 pasó a liderar los equipos de la Coalición Cívica (CC), fuerza comandada por Elisa «Lilita» Carrió, una de las grandes aliadas de Macri en las recientes elecciones presidenciales.
Entre 2009 y 2013 se desempeñó como diputado por la capital argentina y llegó a presidir en bloque de la CC en la Cámara baja.
Desde que Macri se ha lanzado decididamente a la carrera por la Presidencia, Prat-Gay se ha convertido en uno de los puntales de su equipo económico.
Ahora le espera una empresa ardua: diagnosticar primero cuál es el verdadero estado de las cuentas públicas y el nivel de reservas monetaria y encarar luego varias medidas delicadas, como poner fin a las restricciones cambiarias, buscar poner un coto a la inflación y al déficit fiscal y asegurar nuevos recursos para reactivar una economía aletargada.