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Discurso de Gabriel Boric
Buenos Aires, 23 jul (EFE).- En la recta final de su segundo mandato, Cristina Fernández compartió hoy escenario por primera vez como presidenta argentina con su hijo Máximo Kirchner, en un acto que buscó dar un espaldarazo a la carrera política del heredero del kirchnerismo, que se postula a diputado.
La comparecencia conjunta tuvo lugar en la ciudad patagónica de Río Gallegos, bastión familiar que fue también el trampolín a la política del padre de Máximo, Néstor Kirchner, quien debutó como alcalde de esta localidad en 1987, fue después gobernador provincial y llegó a presidente de Argentina en 2003.
En tono de campaña, la mandataria argentina recordó en Santa Cruz las gestiones de Kirchner en la provincia, en la que su hijo Máximo busca obtener los votos para llegar al Congreso en octubre.
«Miren qué Estado les vamos a dejar a todos los argentinos a partir del 10 de diciembre», afirmó Fernández al inaugurar la nueva sede del Centro Articulador de Políticas Sanitarias en la capital santacruceña.
«Hasta la oposición ahora nos da la razón», señaló la jefa de Estado argentina, en relación a las declaraciones de Mauricio Macri, líder de la conservadora Propuesta Republicana (Pro), quien el domingo pasado reconoció que mantendría algunas de las principales medidas de las gestiones kirchneristas.
Bajo el lema «Siempre Santa Cruz», la campaña electoral del primogénito de la mandataria argentina también evoca la figura de su padre, fallecido en 2010, con la inclusión de fragmentos de sus discursos en los avisos publicitarios que circulan por los medios de comunicación.
Pese a ser el líder de la agrupación juvenil «La Cámpora», una de las principales dentro del kirchnerismo, el hijo de Fernández había mantenido un bajo perfil en la escena política, hasta que comenzó a participar en varias recorridas por Santa Cruz hace dos semanas.
Además, ha irrumpido también en la campaña nacional al criticar el discurso que Macri, aspirante a la Presidencia, dio el pasado domingo tras la ajustada victoria de su candidato Horacio Rodríguez Larreta a la Alcaldía de Buenos Aires.
«Ahora quiere dejar todo lo que hace un año y medio quería derogar», aseguró el líder de La Cámpora cuando Macri prometió que, de ser elegido presidente, mantendrá políticas sociales del kirchnerismo, así como la titularidad pública de la petrolera YPF y Aerolíneas Argentinas.
Las mismas políticas fueron reivindicadas por Fernández en el acto en la sureña Santa Cruz, en el que, al igual que había hecho su hijo, apuntó hoy duramente contra Macri.
«Nunca cambiamos de idea por conveniencia ni para que nos voten», enfatizó la mandataria.
«Cada vez que hemos tenido ideas y proyectos, lo hemos hecho porque creemos profundamente en lo que hacemos. Nunca habrán escuchado a mi compañero (por Néstor Kirchner) ni a mí decir algo por conveniencia electoral. Al contrario, por decir la verdad muchas veces tuvimos costos», agregó.
En el acto en la sureña Santa Cruz, Máximo Kirchner estuvo también arropado por su tía, Alicia Kirchner, actual ministra de Desarrollo Social, quien será candidata a gobernadora de esa provincia por el Frente para la Victoria (FpV), según las palabras del propio hijo de la presidenta.
Máximo Kirchner permaneció durante años alejado de los focos, hasta que decidió romper el silencio el pasado septiembre en un acto multitudinario en un estadio de la ciudad de Buenos Aires organizado por La Cámpora.
Su aparición, aseguró a Efe Patricio Giusto, de Diagnóstico Político, «tiene que ver con la necesidad de la presidenta de demostrar que hay proyecto kirchnerista más allá de 2015, cuando no esté en la presidencia».