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Discurso de Gabriel Boric
Buenos Aires. Por Natalia KIDD
El economista Horacio Rodríguez Larreta, que inició su carrera en la gestión pública con el peronismo, se convirtió después en la mano derecha del conservador Mauricio Macri y le sucederá en el gobierno de Buenos Aires durante los próximos cuatro años.
Rodríguez Larreta, candidato al gobierno porteño por la conservadora Propuesta Republicana (Pro) que lidera Macri, se impuso hoy en la segunda vuelta electoral por solo tres puntos de ventaja frente al ex ministro Martín Lousteau, que encabezó una coalición de centro izquierda.
Con 49 años y porteño de nacimiento, Rodríguez Larreta es casi el sucesor «natural» de Macri: le acompañó en la creación de Pro, fue su jefe de campaña en las tres elecciones que disputó el empresario y es su jefe de Gabinete desde que se convirtió en alcalde de la capital argentina, en diciembre de 2007.
Afirma que le gustan los cargos «ejecutivos», nunca escondió sus ambiciones de convertirse en alcalde de la capital y cuenta que su vocación política despertó en la niñez.
Rodríguez Larreta se licenció en 1988 en Economía en la Universidad de Buenos Aires y luego hizo un posgrado en Harvard en Administración de empresas.
A su regreso de Estados Unidos, en 1993, durante el Gobierno del peronista Carlos Menem (1988-1999) se estrenó en la gestión pública al sumarse a la Subsecretaría de Inversiones del Ministerio de Economía, a cargo de la atención global de los inversores extranjeros.
Dos años más tarde fue designado gerente general de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y en 1998 se incorporó a la Secretaría de Desarrollo Social como subsecretario de Políticas Sociales.
En 2000, durante el Gobierno del radical Fernando de la Rúa (1999-2001), fue designado interventor del Programa de Atención Médica Integral (PAMI, servicio médico público para los jubilados) y un año después pasó a presidir el Instituto de Previsión Social de la provincia de Buenos Aires, durante la gestión del gobernador peronista Carlos Ruckauf.
A finales de 2001 fue nombrado director general de la Dirección General Impositiva (Fisco) de Argentina.
Tras el estallido de la severa crisis económica, política y social que sacudió a Argentina, Rodríguez Larreta se volcó en la política activa de la mano del entonces empresario y presidente del Boca Juniors Mauricio Macri, con quien en 2005 fundó Pro.
Fue jefe de campaña de Pro en 2005, cuando Macri obtuvo una banca como diputado nacional, en 2007, cuando el empresario fue electo jefe de Gobierno de Buenos Aires y cuando en 2011 logró la reelección.
Desde finales de 2007, Rodríguez Larreta se desempeña como jefe de Gabinete de Ministros de Buenos Aires, lo que le ha convertido en hombre fuerte de la gestión de Macri.
«Conozco la ciudad al detalle», se ufana quien conducirá la capital desde diciembre y que se reconoce «exigente» con sus colaboradores.
Sale a correr todos los días y en los fines de semana se le suele ver en fiestas, pero detrás de bambalinas.
Su esposa es la reconocida «wedding planner» Bárbara Diez y el funcionario le acompaña a los eventos, pero se queda en la cocina y «cata» los manjares de los banquetes.
A Bárbara la conoció hace quince años, cuando le pidió que le tradujera un libro suyo al inglés. La entonces traductora rechazó el trabajo porque, sin vueltas, le dijo que el libro era «malísimo».
Pero de ese primer encuentro surgió una relación que terminó en boda.
Bárbara ya tenía una hija, Manuela, hoy de 18 años, y juntos tuvieron a Paloma, de 13 años, a la que se suma una bebé que viene en camino y se llamará Serena.
Afirma que siempre cultivó «el perfil de antihéroe», que no le presta atención a su imagen y que su única asesora es su mujer.
Fuera de la familia y de la política, su gran pasión es el fútbol. Es fanático del Racing, club del que su padre fue presidente.
«Lloré cuando Racing salió campeón, en 2001. Y siempre quise ser el 9 del equipo», confiesa.