lunes, 15 de septiembre de 2014
Salta, punto de encuentro de peregrinos a «La Fiesta del Milagro»
Salta procesión Argentina

Miles de fieles de Argentina y los países vecinos peregrinan  a Salta, Argentina, a venerar a la Virgen del Milagro

Natalia AguiarPor Natalia AGUIAR, para SudAméricaHoy 

Fotos. Javier CORBALÁN y Pablo LLAPURA

En celebración al pacto de fe, cada 15 de Septiembre desde 1692, el norte argentino y los países limítrofes acuden a la ciudad de Salta, Argentina a venerar al Señor y la Virgen del Milagro.

El festejo religioso convoca a miles de fieles de diferentes naciones unidas por la cultura e idiosincrasia desde el seno del Imperio Inca hasta la actualidad.

Comunión histórica. Con fuertes lazos religiosos, que arribaron a nuestro continente  junto a los españoles, la renovación de la fe emociona y nos permite transportanos a los orígenes que sembraron los lazos de Latinoamérica.

A fines del siglo 16, la imagen del Cristo Crucificado,  cuyo destino originario era el templo mayor de Salta,  llegó al Puerto del Callao, Perú, tras el naufragio que sufrió el barco en el que el Fray Francisco de Victoria la había enviado.

Victoria había estado en la fundación de Salta, en 1582 y 10 años después mandó la imagen que hoy se encuentra en la  catedral salteña y otra de la Virgen María hacia Córdoba, que finalmente llegaron a destino.
Un siglo más tarde, en septiembre de 1692, un fuerte temblor azotó el territorio de la provincia de Salta.  Desolados por los efectos,  los movimientos telúricos cesaron cuando el sacerdote José Carrión sacó al Cristo en procesión.

Desde entonces se celebra cada año la “Fiesta del Milagro”. Los fieles trasladan  las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro  por la ciudad de Salta en un “pacto de fe histórico”. 

Participarán el gobernador de la provincia, Juan Manuel Urtubey al igual que el intendente de la ciudad de Salta, Miguel Isa.

En tanto, el Arzobispo de la provincia norteña, monseñor Mario Cargnello, encabezará la ceremonia de «Renovación del Pacto de Fidelidad del Pueblo de Dios» y al finalizar la «procesión» oficiará la «misa del peregrino».

Lo particular de esta celebración religiosa, política y social es que pueblos enteros, durante días y días viajan a pie para rendir homenaje, pedir y agradecer los favores concedidos.
En un marco afectuoso y pintoresco, la “devoción” de los fieles acongoja y la conmoción se rinde ante el poder de la “fe” con  los “Patronos de la ciudad de Salta y de América Latina”.

Evoca nuestra historia,  revela quienes somos, nos identifica.