jueves, 29 de octubre de 2015
Scioli se despega del fantasma de Menem y se vuelca en «gran final» electoral

Buenos Aires, 29 cot (EFE).- En medio de un fuego cruzado entre las distintas familias peronistas, el candidato oficialista, Daniel Scioli, salió hoy a desmentir los rumores sobre su posible retirada de la segunda vuelta de las presidenciales, como ya ocurrió con el expresidente argentino Carlos Menem en 2003.
«Eso (bajarse del balotaje) es una usina de rumores que sale del propio macrismo» para «cambiar los ejes de la campaña», dijo hoy Scioli en declaraciones a radio Vorterix.
Los rumores sobre su posible retirada se multiplicaron en las últimas horas en círculos políticos, mientras crecían las críticas del llamado «núcleo duro» del kirchnerismo por el revés sufrido en la primera vuelta electoral, el domingo, en la que se impuso apenas por 2,5 puntos sobre el conservador Mauricio Macri.
La lluvia de reproches contra el candidato oficialista y el apoyo a Macri que anunció anoche el peronista disidente Sergio Massa -con cinco millones de votos, un 21 por ciento, en los comicios del domingo- refrescaron la memoria de los argentinos con la experiencia de Menem.
El expresidente Menem (1989-1999) se «bajó» (abandonó) cuando debía competir en segunda vuelta con el también peronista Néstor Kirchner, que asumió la Presidencia con apenas un 22 por ciento de votos en 2003, acompañado, en la Vicepresidencia, precisamente por Daniel Scioli.
«Yo no aflojo nunca, ni siquiera cuando estaba abajo del agua y había perdido un brazo», insistió Scioli, en referencia su voluntad de seguir adelante de la misma forma en que retomó su carrera deportiva tras el grave accidente que sufrió cuando competía con una lancha en el río Paraná en el que perdió su brazo derecho, en 1989.
Tras las especulaciones desatadas por una anunciada reunión, el miércoles, entre el candidato y la presidenta argentina, Cristina Fernández, que finalmente no se concretó, Scioli afirmó hoy que hablaron anoche por teléfono.
«Permanentemente hablo con la presidenta, sin ir más lejos hablé anoche con ella de los pliegos que mandó para ocupar los cargos de la Corte», dijo Scioli.
La ausencia de la presidenta en el búnker oficialista durante la noche electoral y su silencio habían alimentado la guerra interna abierta en el peronismo.
Para los sciolistas, la magra ventaja conseguida en las urnas responde a un voto de castigo contra el kirchnerismo tras doce años en el poder, mientras los kirchneristas atribuyen los resultados a la ambigüedad de un candidato que consideran demasiado escorado al centro.
El último en criticar a Scioli desde el kirchnerismo ha sido el escritor Mempo Giardinelli que, desde el diario oficialista Página 12, afirmó hoy que «este Gobierno empezó a suicidarse» cuando «designó a dedo a un candidato desangelado y muy resistido, al que el domingo muchísimos votamos llenos de dudas y endebles esperanzas».
En medio de la polémica, Zulema Menem, hija del expresidente Menem, recordó que tanto Scioli como Macri «nacieron de la mano» de su padre, en declaraciones a Radio del Plata.
«Uno ve vídeos y habla absolutamente a favor de la política de mi padre», dijo sobre Scioli, mientras Macri «a veces critica el tema de los años 90 pero no nos olvidemos que, de la política económica de los 90, la gran favorecida fue la familia Macri».
«Estamos ante una nueva elección, esto es una gran final, se jugaron preliminares, semifinales, ahora es un partido nuevo y la gente tiene la posibilidad de elegir: entre las políticas de Macri y las políticas que representó yo», insistió hoy Scioli a una cadena local, restando importancia a la polémica.
El candidato recibió hoy el apoyo de diez gobernadores peronistas durante la asunción del gobernador de Tucumán, Juan Manzur, que se impuso en unas elecciones marcadas por el escándalo por las denuncias de fraude.
Además, escenificó la «pacificación» del oficialismo con una fotografía junto a Aníbal Fernández, jefe de Gabinete y derrotado candidato al gobierno de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, que esta semana atribuyó su fracaso al «fuego amigo», en un mensaje interpretado como un dardo contra Scioli.
También hoy, en Buenos Aires, la presidenta aparecerá en público por primera vez desde las elecciones en un acto que se prevé multitudinario, en la Casa Rosada, arropada por La Cámpora, la organización juvenil kirchnerista que lidera su hijo, Máximo Kirchner.
Fuentes del equipo de Scioli apuntaron a Efe que no está prevista su participación.
Scioli, que el domingo se anotó un 36,8 por ciento de votos, y Macri, con un 34,3 por ciento, competirán en la segunda vuelta el próximo 22 de noviembre.