lunes, 20 de julio de 2015
Triunfo con sabor a poco complica la carrera de opositor Macri en Argentina

Natalia Kidd
Buenos Aires, 20 jul (EFE).- El triunfo por un ajustado margen logrado este domingo por la conservadora Propuesta Republicana para retener el gobierno de Buenos Aires dejó un sabor amargo para el líder de esa fuerza, Mauricio Macri, que descontaba obtener una victoria más amplia para reforzar su estrategia presidencialista.
Analistas consultados por Efe coinciden en afirmar que el resultado electoral de este domingo en el cuarto mayor distrito de Argentina ha sido una sorpresa que dejó descolocado a quien los sondeos señalan como el principal candidato de oposición para disputar el poder al kirchnerismo en las presidenciales de octubre.
Lo inesperado no ha sido el triunfo en segunda vuelta de Horacio Rodríguez Larreta, candidato a alcalde de Buenos Aires por Propuesta Republicana (Pro) y mano derecha de Macri, sino que venciera al postulante del frente de centroizquierda Eco, Martín Lousteau, por apenas 3,3 puntos, cuando las encuestas vaticinaban una diferencia de al menos diez puntos.
Para el analista político Rosendo Fraga, no cabe duda de que Pro, que gobierna Buenos Aires desde finales de 2007, ganó, pero como el resultado está por debajo de las expectativas «el efecto favorable se diluye».
Macri, que va a completar en diciembre ocho años de gobierno en la capital, apostaba a un triunfo contundente este domingo en el distrito de origen del Pro para posicionarse con mayor vigor para las primarias del 9 de agosto, en las que quedarán definidos los candidatos para las presidenciales.
«Es un triunfo con sabor amargo, con sabor a poco, y que quizás sea un traspié en la carrera de Macri hacia la Presidencia. No un traspié definitivo, porque todavía falta mucho, pero si un traspié importante», dijo Fraga a Efe.
Para el también analista político Patricio Giusto, el resultado cosechado este domingo por el Pro en Buenos Aires constituye «una señal de alarma» para el Pro.
Con todo, Giusto consideró que lo logrado por Pro ha sido «un buen resultado» si se tiene en cuenta que el candidato no ha sido la principal figura de la fuerza, Macri, y que su postulante, Rodríguez Larreta, «no tiene carisma» y «tiene muy pocos atributos para el electorado».
«Si el resultado del domingo va a influir o no en las primarias no lo sabremos hasta el 9 de agosto. Y ese día lo más importante no va a ser lo que puede pasar en la capital sino en la provincia de Buenos Aires, que representa el 38% del padrón nacional», apuntó Giusto sobre la importancia del mayor distrito electoral del país, actualmente gobernador por Daniel Scioli, que competirá en las presidenciales como postulante del kirchnerismo.
Los efectos de los inesperados números obtenidos por Pro este domingo no se hicieron esperar.
Rodríguez Larreta festejó en el búnker de los conservadores y a los pocos minutos, sobre el mismo escenario, Macri, que había planeado desde antes lanzar su campaña para las primarias montándose al caballo del triunfo contundente que espera para el Pro en la elección capitalina, salió a la palestra con un discurso tan sorprendente como el resultado de la elección.
Contra todos los pronósticos, incluso ante la mirada atónita de los militantes más ortodoxos, Macri, que siempre ha insistido en la necesidad de cambio y es un duro crítico de las políticas de Cristina Fernández, reconoció que no todo lo hecho por el Gobierno nacional está tan mal y rescató algunas medidas, como las ayudas sociales a los sectores de menores ingresos.
También prometió que la petrolera YPF y Aerolíneas Argentinas seguirán bajo el control del Estado aunque, aseguró, mejor administradas.
Para Rosendo Fraga, el cambio de discurso es en respuesta a la estrategia del kirchnerismo de transmitir al electorado la idea de que, si Macri gana las presidenciales, muchos de los beneficios que reciben se van a acabar.
«Lo que Macri, con su estilo, intentó fue decirle a la gente; ‘Mire, lo que a usted lo beneficia yo no lo voy a cambiar’. Es decir, estuvo respondiendo a esa estrategia del oficialismo que lo acusa de que, si el gana, la gente va a perder alguno de los beneficios económicos que ha tenido en los últimos años», sostuvo el analista.
Para Patricio Giusto, ante el miedo que podría tener cierta parte del electorado por el alcance del «cambio» pregonado por Macri, el candidato presidencial hizo bien en esclarecer que habrá ciertas políticas que no modificará de cuajo.
No obstante, Giusto considera que esto lo podría haber hecho antes y no faltando tan poco para las primarias.
«Muchos sectores del electorado van a llegar al 9 de agosto todavía con esa incertidumbre sobre qué es realmente el cambio que propone Macri», aseguró.