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Buenos Aires, 5 ago (EFE).- La asociación Memoria Activa, que agrupa a sobrevivientes y familiares de las víctimas del atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA, de Buenos Aires, reclamaron hoy que en el juicio por presunto encubrimiento del ataque que se inicia este jueves contra el expresidente argentino Carlos Menem haya «justicia, verdad y condenas».
Estas son las tres premisas imprescindibles para lograr que sea un «juicio histórico» para la causa, según destacaron en una rueda de prensa integrantes de Memoria Activa.
Los familiares de las víctimas del atentado ven en el juicio que se inicia este jueves una «oportunidad» de reparar el «daño que este encubrimiento implicó», sostuvo Diana Malamud, miembro de Memoria Activa y esposa de uno de los 85 fallecidos en el ataque.
En el banquillo de los acusados del Tribunal Oral Federal 2 de Buenos Aires se sentarán, además de Menem (1989-1999), el extitular de los servicios de inteligencia Hugo Anzorreguy, el excomisario de la Policía Federal Jorge Palacios y dos subordinados, todos ellos acusados de encubrimiento, abuso de autoridad y falsedad ideológica.
Por su parte, el primer juez de la causa AMIA, Juan José Galeano, quien fuera destituido en 2005 por «mal desempeño» de su actividad, tendrá que rendir cuentas ante el tribunal oral por el presunto soborno de 400.000 dólares al abogado Carlos Telleldín para que incriminase a policías bonaerenses y encubriese la «pista siria», que ligaba a empresarios de esta nacionalidad próximos a la familia de Menem.
En el juicio habrá un total de trece acusados, entre los que también se encuentran exfiscales, excomisarios y abogados.
«No hay presuntos encubridores: acá hay encubridores», enfatizó Malamud, que espera «una condena ejemplar» para los acusados.
La integrante de Memoria Activa considera que, ahora, sólo falta «investigar qué responsabilidad le cabe a cada uno».
«Lo que está en juego es la capacidad de la Justicia federal para investigar (…) a la Inteligencia (servicio secreto) que actuó hasta hace poco y la capacidad para investigarse a si misma», aseveró el director ejecutivo del Centro de Estudios Legales y Sociales, Gastón Chillier.
Por su parte, los abogados de Memoria Activa, Rodrigo Borda y Alejandro Rúa, resaltaron que «el tratamiento de la actividad secreta es vital en esta causa» que, desde el principio, contó con «políticas obstaculizadoras de la verdad».
Sobre la comparecencia o no de Menem, actualmente senador, en la primera sesión del juicio, Borda señaló que «su obligación es estar presente», a lo que Malamud añadió que sería «bochornoso y vergonzoso que no se presente mañana».
«No podemos permitir que (Menem) asista al Senado o a eventos y no esté en el juicio que le corresponde», apuntó la presidenta de Memoria Activa, Adriana Reisfeld.
Menem, de 85 años, sólo podría ser obligado por la fuerza pública a comparecer en el juicio si fuera desaforado mediante un juicio político.
Desde la querella aguardan que, en caso de que Menem no se presente este jueves, «el tribunal tome las medidas oportunas».
«Queremos que estén presos», prosiguió Malamud, pues «lo que hizo Menem y compañía es un delito».
Borda apuntó que «hay muchas hipótesis» para el presunto encubrimiento, entre las que se encuentran un intento por «tapar que se sabía» que iba a producirse un atentado y que nadie lo evitó, o cuestiones «macropolíticas» del momento, entre otras.
Una vez iniciado el juicio, por las salas del tribunal desfilarán durante los próximos meses 140 testigos, entre los que figura la presidenta argentina, Cristina Fernández.