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Mar Centenera
Buenos Aires, 3 sep (EFE).- Lejos de los cuentos de hadas en los que princesas bellísimas esperan ser salvadas por su príncipe azul, dos editoriales argentinas buscan romper estereotipos con la colección infantil «Antiprincesas», que tiene como protagonistas a mujeres latinoamericanas que lucharon por lo que querían.
La pintora mexicana Frida Khalo y la cantautora y artista chilena Violeta Parra fueron las figuras elegidas para los dos primeros cuentos de la colección, que continuará con un tercero sobre la heroína boliviana de la lucha por la independencia Juana Azurduy.
«Queríamos mostrar que la belleza va más allá de los rasgos físicos y tiene que ver con el arte, con el salir a realizar un deseo», expresó a Efe la autora de estos libros infantiles, Nadia Fink.
A diferencia del individualismo de las princesas de los cuentos tradicionales, estas heroínas tienen un deseo «mucho más colectivo, de hacer con otros y otras, en contextos de revolución, de resistencia, de trascendencia cultural», continuó.
Además de romper los estereotipos sexistas de la narrativa infantil predominante, la autora destacó la voluntad de hacer frente a la «colonización cultural» procedente de Estados Unidos, con Disney a la cabeza, y de Europa, cuna de clásicos como Blancanieves, La Cenicienta y La bella durmiente, de los hermanos Grimm.
«Teníamos la idea de rescatar nuestra cultura y de reivindicar estas figuras, en contraposición de las princesas europeas, que no tienen que ver con nuestro continente y nuestra historia», afirmó la autora.
Por eso también, frente a los personajes de ficción de los cuentos de hadas, las antiprincesas son mujeres de carne y hueso inteligentes, que se atreven a romper los moldes de su época y decididas «a hacer lo que querían hacer, sin quedarse en los lugares que estaban destinados para ellas o que se les imponía», agregó.
Sin embargo, la escritora esquiva en las historias algunos detalles biográficos de sus vidas, como el suicidio de Parra, pero revela otros, como la bisexualidad de Khalo y la relación abierta que mantuvo con Diego Rivera.
«Para Frida el amor se reflejaba en hombres y en mujeres», indica la obra dedicada a la pintora mexicana, mientras que en la centrada en Parra se recoge cómo su primer marido la abandonó porque ella se negó a quedarse en casa, tal y como él quería, y se fue a cantar por todo el mundo.
Pese a estos detalles, el relato no se centra en la vida sentimental de las protagonistas sino en su obra, como los cuadros más famosos de Khalo y las composiciones de la cantautora chilena.
La idea de la colección surgió en la redacción de la revista argentina Sudestada, donde Fink trabaja, a raíz de una investigación previa sobre Frida y Khalo, y la intención de transmitir sus vidas a los más pequeños.
El objetivo parece cumplido, a juzgar por el enorme interés que ha despertado la colección y que ha pillado por sorpresa a las editoriales, Chirimbote y Sudestada.
Además de comentarios positivos de padres y madres, Fink destaca que han recibido muchos dibujos de Khalo realizados por chicas y chicos e incluso les han contado que algunas niñas quisieron disfrazarse de la pintora mexicana cuando fueron al siguiente cumpleaños.
«Habiendo una imposición cultural tan grande de industrias que no son de nuestro país, nos parece que es una pequeña semillita que una niña que en vez de disfrazarse de princesa tenga ganas de disfrazarse de Frida», subrayó la escritora.
«Es una idea que está dando vueltas y se viene trabajando desde hace años, pero que haya material que haga que pueda pensarse en otros paradigmas, más reales, para nosotros está muy bueno», concluyó.