La Paz, 9 ene (EFE).- La Defensoría del Pueblo de Bolivia acusó hoy a las Fuerzas Armadas y al Estado de asumir con «total insensibilidad, irresponsabilidad y desprecio» la muerte de los soldados en los cuarteles, tras registrase dos nuevos casos.
El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, emitió esa posición en un comunicado, en el que, además, sostuvo que «como la vida de los soldados no valiera nada» las Fuerzas Armadas se limitan a enviar los cuerpos a los familiares y no se sanciona a los responsables.
Agregó que los dos últimos decesos confirman «la absoluta falta de previsión e interés por evitar la muerte de soldados en los cuarteles y la intención de los jefes militares de evadir su responsabilidad en estos homicidios».
El Defensor se refirió al caso del soldado Fernando Yucra, de 18 años, que murió hace dos días en el cuartel de la localidad andina de Patacamaya y al deceso en ejercicio del marino Fernando Villasante, producido el pasado 18 de diciembre en Tarija (sur).
Villena dijo que hay varias versiones, algunas de ellas contradictorias, sobre la muerte de Yujra, que deben investigarse.
Una de las versiones, según los medios, indica que Yujra murió tras una practica de boxeo con uno de sus camaradas.
«En todo caso no se puede admitir que las Fuerzas Armadas pretendan una vez más eludir su responsabilidad en este nuevo homicidio ocurrido dentro de un cuartel», sostuvo Villena.
Según Villena, la Defensoría iniciará una investigación para ver si este caso es similar al de la muerte del subteniente Grover Poma, que en 2011 falleció por golpes de sus compañeros en presencia de oficiales cuando realizaban un ejercicio de lucha y resistencia.
Sobre la muerte de Villasante en diciembre pasado, la Defensoría de la región de Tarija estableció que al soldado le impusieron «ejercicios en condiciones inhumanas» obligándole a usar vestimenta no adecuada y equipo pesado para una zona con temperaturas altas.
Según la Defensoría, no había ambulancia, ni auxilio cercano cuando el soldado realizaba los ejercicios militares y fue trasladado a un centro medico en un taxi, pero ya era tarde.
Villena enfatizó que las Fuerzas Armadas parecen no entender la diferencia «entre la disciplina y exigencia física» y el «abuso, los excesos y la irracionalidad, que fácilmente, conducen a la tortura los excesos, los tratos crueles, degradantes e inhumanos».
Las muertes en los cuarteles bolivianos son recurrentes y van en aumento, según denunció la misma Defensoría en noviembre pasado.
La institución indicó entonces que durante el 2015 murieron 11 personas relacionadas con las FF.AA. y en 2013, fueron 16.