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Discurso de Gabriel Boric
Por Baldwin MONTERO, para SudAmericaHoy
Aunque humanamente imposible, Evo Morales anunció, en reiteradas oportunidades, que llegó al Palacio de Gobierno para quedarse a gobernar Bolivia por más de 500 años. Ya van siete y a uno de que se cumpla su segundo mandato, la justicia le abrió las puertas a una tercera postulación que, de ganar, le permitirá mantenerse en el poder 13 años. Faltarán 487 para alcanzar su sueño.
Ni la condena ciudadana, ni las advertencias de expresidentes, políticos y analistas, ni el texto constitucional que sólo reconoce dos períodos constitucionales continuos han impedido que el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) autorice la tercera postulación de Morales.
El TCP tampoco tomó en cuenta la promesa pública que hizo el propio Evo Morales el 21 de octubre de 2008, cuando anunció al país que había renunciado a una eventual nueva postulación “por la unidad del país”. La renuncia había sido acordada días antes en una negociación con presencia de garantes internacionales para destrabar la aprobación de la nueva Constitución , que finalmente entró en vigencia en 2009.
Aparentemente nada de esto ingresó en el análisis del Constitucional que, a requerimiento de la mayoría oficialista en el Senado, emitió una resolución en la que declara que Morales puede postularse en las elecciones de 2014. El argumento: en 2009 se fundó un nuevo Estado y por tanto rigen nuevas reglas.
Sin embargo, la Constitución sobre la que se funda el nuevo Estado al que hace referencia el TCP dispone que “Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”.
El antecedente ha prendido en la oposición luces de alerta ante la ambición de perpetuidad del proyecto socialista que encabeza Morales, apetencia que sin embargo siempre formó parte del discurso oficial, como ocurrió en mayo de 2012, cuando el Presidente anunció durante un acto de entrega de obras que «No hemos llegado a Palacio de inquilinos, ni estamos de paso, hemos llegado a Palacio para quedarnos definitivamente, si es posible más de 500 años…».
Meses después el vicepresidente Álvaro García Linera, que también recibió el aval del TCP para postularse por tercera vez, confesó en otro acto público que espera ver a Morales entregando obras en 2025.
Los líderes de la oposición, más molestos que sorprendidos por el fallo del Constitucional, han anunciado que recurrirán a organismos internacionales para denunciar los afanes prorroguistas de Morales, mientras el mandatario no ha perdido el tiempo y se ha embarcado en un trabajo de campaña que combina medidas sociales y decisiones políticas de impacto electoral.
Este primero de Mayo, un día después de haber sido habilitado para la elección de 2014, anunció la expulsión de la agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) además de un inédito incremento salarial para los trabajadores de la administración pública, cuyo número creció en 89% en los últimos cuatro años.
La debilitada y dispersa oposición aún no ha encontrado la fórmula para frenar a la aplanadora oficialista que, segura de una tercera victoria en comicios nacionales, trabaja con la mirada puesta en 2025, emulando lo que hacía el extinto bolivariano que también olvidó la recomendación que en 1819 hiciera Simón Bolívar: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle, y él se acostumbra a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía”.