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Discurso de Gabriel Boric
La Paz, 10 ene (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó hoy que el expresidente y vocero de la causa marítima Carlos Mesa (2003-2005) es el «primer defensor» del exmandatario Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003), cuya extradición desde EE.UU. reclama el gobernante indígena.
Morales respondió de esa forma en una rueda de prensa a una declaración hecha por Mesa hace unos días en sentido de que el actual mandatario boliviano «le debe» a Sánchez de Lozada «mucho más de lo que él mismo se atreve a reconocer».
Mesa explicó que medidas del primer gobierno de Sánchez de Lozada sobre participación social, educación y tierras fueron una base para el «Estado Plurinacional», fundado por Morales en 2009.
«Me ha sorprendido esa declaración. Creo que Carlos Mesa le tiene mucho cariño a Goni (Sánchez de Lozada). Es su derecho. Respetamos. Yo creo que es muy leal Carlos Mesa a Gonzalo Sánchez de Lozada porque a él le debe la vicepresidencia y la presidencia», replicó este domingo el mandatario indígena.
Morales subrayó que posiblemente por esa relación, a su juicio, de «tanto cariño» con Sánchez de Lozada es que Mesa también se opone a la reforma constitucional promovida por el gobernante indígena para volverse a postular en los comicios de 2019.
Aún así, Morales dijo que respeta la posición de Mesa y aseguró que la misma no supone «ningún problema» en su relación.
Por petición de Morales, Mesa ejerce actualmente como vocero del reclamo de Bolivia a Chile de una salida soberana al Pacífico y ha explicado en el mundo por qué su país decidió llevar el pleito a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Mesa fue designado «Personaje del Año» en 2015 en varios medios por la defensa que hizo de la causa marítima.
Mesa fue vicepresidente de Sánchez de Lozada cuando asumieron el poder en agosto de 2002, pero en octubre del año siguiente ocupó su lugar en medio de una de las más graves crisis vividas en Bolivia.
Sánchez de Lozada renunció a su cargo en 2003 después de que los militares protagonizaran una violenta represión que se saldó con más de 60 muertos entre manifestantes de protestas que fueron alentadas por dirigentes sociales y de izquierda, entre ellos Morales.
Por esas muertes, el actual Gobierno ha reclamado formalmente a EE.UU. la extradición de Sánchez de Lozada, quien reside en el país norteamericano desde su renuncia, en octubre de 2003, para que responda en un juicio en el que está acusado de genocidio.