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La Paz, 16 ago (EFE).- El comic en España, a pesar del embate de la crisis económica, se encuentra en una situación prometedora, en el eco del auge actual de esta industria, afirmó en La Paz el guionista español Santiago García.
«Nos perjudicó mucho que, cuando estábamos ascendiendo en esta situación de auge, llegó la crisis económica que cercenó muchísimo la economía del país, pero aún así estamos resistiendo. Yo soy optimista», señaló García en una entrevista con Efe.
El ganador del Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2015 es uno de los invitados extranjeros en la Feria del Libro de La Paz, en la que el viernes participó en una charla con otros autores sobre los desafíos de la narrativa contemporánea y entre el sábado y hoy dicta un taller de creación de guión para historietas.
García, que también se dedica a traducir cómics al español, ha publicado las novelas gráficas «Las Meninas», junto a Javier Olivares; «Beowulf», con David Rubín; «Fútbol», con Pablo Ríos, y «El vecino», con Pepo Pérez, entre otras.
Según García, antes de los años 80 en la mayoría de los países no se reconocía ningún valor cultural ni artístico al cómic porque se lo asociaba con las publicaciones impresas «baratas, de quiosco, desechables» y mayormente dirigidas a un público infantil.
No obstante, al estar en un momento de declinación y casi al borde de desaparecer, «el cómic se ha reinventado un poco trasladándose con esto de la novela gráfica, que sigue siendo cómic, a un campo en el que de pronto sí se trata de autores y hay artistas que son reconocidos», según dijo.
Así se generó una dinámica en la que las historietas se empiezan a vender en librerías y atraen a todo tipo de público, especialmente adulto, «y es como si hubiera empezado de nuevo, con otro nuevo ámbito» y con «mil posibilidades» temáticas por explorar.
«Se ha empezado a crear una inercia en la que ya hay un público, hay unos canales de distribución, unos autores, algunas obras que sirven de referencia y hay gente que ya trabaja sabiendo lo que se hace», dijo.
En el caso de España, García mencionó que la industria del cómic sufrió un declive en los años 80, cuando pasó de tener editoriales muy potentes a una escasa producción local y al predominio de la traducción e importación de material franco-belga, estadounidense y manga japonés.
Ante ello, se produjo una «emigración artística» por la que varios autores españoles decidieron trabajar directamente para editoriales estadounidenses y francesas.
La novela gráfica hecha por españoles surgió hace unos años, cuando las obras extranjeras de ese tipo empezaron a encontrar público en ese país.
«Hemos ido sentando las bases bastante rápido. En cuestión de ocho años han surgido autores que ya venden bastante. Yo mismo he visto en mis obras cómo iba alcanzando cada vez más público y cada vez te van prestando más atención», afirmó García.
El guionista reconoció que la situación de quienes se dedican a crear cómics en España es «muy difícil», ya que no es algo que muchos puedan plantearse como medio de subsistencia y tienen que «limitarse a hacerlo en las horas libres sin dejar su trabajo».
Y aunque la crisis económica que estalló en 2008 también perjudicó al despegue del cómic español, a juicio de García, el panorama es ahora «prometedor» y «de esperanza».
«Desde los últimos años se ha creado una novela gráfica española con posibilidades y autores buenos. Estamos también consiguiendo cada vez vender más los derechos para publicar nuestras novelas gráficas en el extranjero», apuntó.
El experto consideró que en América Latina hay una posibilidad muy grande para explotar, «que es la de descubrir la propia novela gráfica latinoamericana de cada sitio» y tener la capacidad de «llevar lo local a la experiencia internacional», como hizo la iraní Marjane Satrapi con su laureado cómic «Persépolis».
«Ese es el tipo de historias que la gente debería estar contando en todas partes y no imitar los productos que ya hacen industrias ajenas perfectamente. No vas a imitar Batman, mejor haz tu Persépolis boliviano, porque seguro que hay un montón de historias aquí que nadie ha contado», añadió.