Brasilia, 17 jul (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibió hoy en su residencia oficial a su homóloga argentina, Cristina Fernández, tras la participación de ambas en la Cumbre del Mercosur, que fue clausurada hoy en Brasilia.
La mandataria argentina acudió al Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de los mandatarios brasileños, acompañada por su ministro de Economía, Axel Kicillof; por el vicecanciller de Argentina, Eduardo Zuain; por el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de Cancillería, Carlos Bianco, y por el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.
Rousseff, por su parte, estaba acompañada por su ministro de Exteriores, Mauro Vieira; por el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro, y por el titular de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Edinho Silva.
Tras la cita de cerca de dos horas y media, de la que nada trascendió, la mandataria argentina se trasladó al aeropuerto de Brasilia para emprender su viaje de regreso sin dar ninguna declaración.
La cita del Mercosur reunió en la capital brasileña a ambas mandatarias y a los presidentes de Paraguay, Uruguay y Venezuela, así como a los de Bolivia y Guyana, países con estatus de asociados al Mercosur.
Durante la cumbre, Rousseff rompió la formalidad con un emotivo discurso en el que rompió en lágrimas al anunciar que esa era probablemente la última reunión del Mercosur de su «compañera y amiga» Cristina Fernández.
Fernández, a quien la Constitución le impidió postular para las elecciones de octubre próximo, recibió de manos de Rousseff la Orden del Cruzeiro do Sul, la más importante condecoración concedida por el Gobierno brasileño.
«Aquí siempre tendrá a una amiga lista para compartir sueños y esperanzas», aseguró Rousseff a la «querida presidenta Cristina».