miércoles, 15 de julio de 2015
Una economista propone a Bolivia como centro financiero de América Latina

La Paz, 15 jul (EFE).- Una economista boliviana propuso al Gobierno del presidente Evo Morales convertir a Bolivia en un centro financiero internacional creando condiciones para atraer bancos de Estados Unidos, Europa y América Latina.
Se trata de la economista María Elena Ortega que escribió el libro «Bolivia, centro financiero de América Latina: una propuesta millonaria», que será presentado esta noche con el apoyo del Instituto de Investigaciones Socio-Económicas de la Universidad Católica de Bolivia (UCB).
Ortega dijo hoy a Efe que ha enviado una carta a Morales con el libro para explicar su propuesta, que ya es estudiada por el Ministerio de Planificación a pedido del Ministerio de Economía.
Sostuvo que la creación de un centro financiero internacional en «un país del Tercer Mundo» ayudaría al equilibrio mundial para evitar crisis financieras como las sufridas en Europa y EE.UU. y serviría, a la vez, como un motor de la economía regional.
A juicio de Ortega, la importancia financiera del Wall Street y el City London no tienen su equivalente en Latinoamérica, pero de existir eso «reduciría significativamente las crisis financieras».
Bolivia, que hoy es un país con poco más de diez millones de habitantes y muy poca presencia de bancos internacionales, podría «dar un salto» para convertirse en ese centro financiero internacional en los próximos 25 años sobre todo por el potencial de crecimiento que tiene su sector productivo, explicó la autora.
Agregó que su modelo enfatiza el impacto del desarrollo financiero en el sector real de la economía, ya que Bolivia posee las más grandes reservas mundiales de litio, tiene hidrocarburos, minerales y potencial para ser «un depósito alimentario mundial».
La autora dijo que de concretarse el proyecto se movilizaría una inversión de 200.000 millones de dólares en Bolivia, que tiene un Producto Interior Bruto (PIB) de 32.000 millones de dólares.
La economista, que realizó su estudios en Francia, sostuvo que al principio sus colegas recibieron su idea con escepticismo y les parecía «muy capitalista», pero «hoy ha ganado aceptación».