Brasil es el primer país de América Latina en albergar un Mondial de la Biere

Río de Janeiro. Cecilia DELGADO/Efe

Una experiencia de muchos sabores para quien gusta de la cerveza es la premisa de la primera edición en Río de Janeiro del Festival Mundial de Cervezas Especiales, que abrió sus puertas con más de 650 diferentes marcas artesanales para ser descubiertas por los amantes de la bebida.

El llamado Mondial de la Biere, que se extenderá hasta el domingo en la Plaza Once, refuerza los eventos de negocios ya dedicados a la cerveza en Brasil, uno de los tres mayores productores mundiales de la bebida, y al mismo tiempo atrae a los consumidores.

«Quisimos ofrecer un evento que juntase negocios con entretenimiento y cultura para que el brasileño tenga la oportunidad de saber que existe algo diferente al sifón helado y que hay una bebida que sirve para cualquier momento y que acompaña cualquier plato», dijo  Víctor Montenegro, uno de los organizadores.

Brasil, con una consumo anual de 13.400 millones de litros de cerveza, es el primer país de América Latina en albergar un Mondial de la Biere, evento que existe hace dos décadas en Montreal. La demanda en alta ayudó a atraer el Festival. Tan sólo en el segmento de cervezas especiales, foco del Mondial, el crecimiento del consumo en Brasil fue del 79 % el año pasado.

El evento llamó la atención de los empresarios y ganó el apoyo del Sindicato de Bares y Restaurantes de Río y de redes de supermercados, interesadas en agregar valor a sus productos con la venta y la comercialización de cervezas artesanales.
Las ruedas de negocios en el Mondial sirven para «aproximar todos las partes involucradas en la cadena productiva», dice Montenegro.

Según datos de la organización, Brasil cuenta con al menos 200 microcerveceras registradas, que responden por el 5 % de una facturación anual que suma 39.600 millones de reales (18.000 millones de dólares) en un sector con gigantes como Inbev.
Samuel Cavalcanti, uno de los socios de Bodebrown, empresa con sólo tres años y una de cuyas cervezas fue premiada en la edición del Mondial de Canadá, descartó que las cervezas artesanales pretendan competir con las comerciales de los gigantes.

«El objetivo es ser pequeñas, medianas y tener un crecimiento estructurado. Son mercados complementarios que no necesariamente compiten. Existe un tipo de mercado para cada uno y las cervezas especiales están conquistando una estructura sólida aquí», dijo.
Uno de los precursores del mercado es la cerveza Baker. Con 15 años de vida y una cartera de 12 marcas fue elegida en un festival este año como la mejor distribuidora del sector en el país.

Pese a sus doce rótulos y a fabricar 350.000 litros por mes, el grupo aún mantiene la estructura de producción artesanal, sin química y sujeta a las variaciones de sabor de acuerdo con las cosechas de malta.

Backer consigue mantener las características de cervecería artesanal no por su volumen sino por su «modo de producción y por la forma que la bebida es tratada en cada etapa», asegura la gerente de mercado de la empresa, Ana Paula Lemos.
La Colorado, una de las más premiadas, aprovechó el Mondial para lanzar la Colorado Titas, producto de una asociación con el grupo brasileño de rock Titas, así como algunas marcas han hecho en el exterior con bandas como Iron Maiden.

«Estábamos buscando referencias artísticas, como el rock inglés, y encontramos la IPA, una cerveza inglesa, a la que le agregamos brasilidad con naranja, en un proyecto que ha tenido una respuesta muy positiva», afirmó Rafael Moschetta, gerente de mercado de Colorado.
Una de las características de Colorado es el uso de ingredientes brasileños junto a la malta y el lúpulo, mezcla con una capacidad de estimular el paladar que las microcerveceras quieren enseñar al público.

«El consumidor está aprendiendo a descubrir nuevos sabores. Nuestro diferencial es un ingrediente brasileño. Entonces usamos mil, castaña de pará, mandioca, lo que despierta la curiosidad de las personas», explica Moschetta.
En un mercado con tan pocos aunque apasionados productores, la rivalidad es olvidada cuando se habla de crecimiento. Las cerveceras artesanales del país crearon una asociación para auto reglamentar el sector.

Es importante determinar la definición de cerveza artesanal y estipular lo que califica una empresa para este mercado, «y nos reunimos para eso siguiendo el buen ejemplo de los mercados externos ya consolidados y que están importando nuestros productos, como Estados Unidos», aseguró Ana Paula Lemos.