jueves, 20 de agosto de 2015
Activistas brasileños piden acelerar investigación de matanza de 18 personas

Sao Paulo, 20 ago (EFE).- Activistas protestaron hoy en la céntrica Avenida Paulista, en Sao Paulo, para pedir la conclusión de las investigaciones sobre los autores de la matanza de 18 personas la semana pasada en los municipios de Osasco y Baruerí, en la región metropolitana de la mayor ciudad brasileña.
Una veintena de manifestantes de la organización no gubernamental (ONG) Río de Paz, que actúa en defensa de la vida, se vistieron de color negro, se amordazaron la boca con un pañuelo y portaron un cartel que decía «¿Quién mató a los 18?» frente a los bajos del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP).
El acto, también en solidaridad con las familias de las 18 víctimas, fue promovido por Río de Paz, una institución que se hizo conocida con intervenciones similares en la playa carioca de Copacabana, como las cruces clavadas en la arena después de ataques a la población civil en las favelas de Río de Janeiro.
«De nada vale calificarnos como personas de bien, incapaces de hacer el mal, si permanecemos inactivos cuando los derechos innegociables exigen que denunciemos su violación», señaló la ONG en un comunicado.
El voluntario de Río de Paz y coordinador del acto, Claudio Nishikawara, declaró a la estatal Agencia Brasil que la sociedad necesita saber lo que pasó para «evitar nuevos casos» y afirmó que los vecinos del lugar de la matanza «no se manifiestan con miedo de represalias».
Los ataques, que también dejaron 6 heridos, ocurrieron en cuestión de unas tres horas entre la noche del jueves 13 de agosto y la madrugada del viernes en diez diferentes puntos en Osasco y Barueri, ciudades vecinas en la zona metropolitana de Sao Paulo.
Las autoridades consideran que los homicidios fueron cometidos por un mismo grupo, dado que todos ocurrieron de forma seguida en un perímetro de cuatro kilómetros, y sospechan, por las características de los crímenes, que los homicidas podrían pertenecer a la Policía.
Los crímenes son investigados por un grupo especial integrado por 70 agentes de la Policía Civil y peritos científicos y el la gobernación de Sao Paulo anunció que dará una recompensa de 50.000 reales (unos 14.285 dólares) a quien proporcione informaciones que permitan identificar los autores de la matanza.
Los investigadores trabajan con la posibilidad de que el múltiple crimen sea una «venganza» de policías por los asesinatos de dos agentes ocurridos días antes en la misma zona.
Uno de los factores que refuerza las sospechas sobre la posible participación de agentes en la matanza es que en los lugares en que ocurrieron los hechos fueron hallados casquillos de municiones de uso reservado para las policías y las Fuerzas Armadas.
Todas las víctimas fueron hombres, de entre 16 y 49 años que estaban en bares o reunidos en la calle, y seis de ellos tenían antecedentes penales por robo, tráfico de drogas o intento de homicidio.