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Discurso de Gabriel Boric
Río de Janeiro, 30 oct (EFE).- Los empleados del sector petrolero en Brasil, incluyendo los de la gigante Petrobras, iniciarán el domingo una huelga por tiempo indefinido para intentar revertir la decisión de la estatal de vender parte de sus activos y de reducir sus inversiones, afirmaron hoy fuentes sindicales.
La paralización fue anunciada en un comunicado por los dirigentes de la Federación Única de los Petroleros (FUP), mayor central sindical del sector en Brasil, ante la supuesta negativa de Petrobras de conversar sobre el asunto con los trabajadores.
De acuerdo con la nota, el inicio de la huelga, previsto para las 15.00 hora local (17.00 GMT) del domingo, fue comunicado en la noche del jueves al Ministerio Público de Trabajo para cumplir con las exigencias legales.
La central sindical alega que Petrobras se negó por más de cien días a sentarse a conversar sobre las reivindicaciones de los trabajadores del sector para que suspenda su programa de desinversión, retome las inversiones suspendidas temporalmente e interrumpa la política de tercerización de la mano de obra.
De acuerdo con la FUP, el silencio de la compañía y su negativa a acudir a las reuniones convocadas «refleja la falta de interés de la empresa de buscar una solución negociada para los asuntos discutidos».
Los sindicalistas alegan que el nuevo Plan de Negocios y Gestión de Petrobras, en el que fueron excluidas varias inversiones, «afecta drásticamente a la sociedad brasileña y a la vida de miles de trabajadores que han sido despedidos».
La estatal anunció este año un plan de desinversión para hacer frente a la crisis provocada por la caída de las cotizaciones internacionales del petróleo, la reducción de sus ganancias, la elevación de la deuda y las dificultades de captación.
Dicha crisis se agravó por el gigantesco escándalo de corrupción del que la empresa es protagonista y que, según los cálculos de Petrobras, le originó pérdidas por unos 2.000 millones de dólares.
La empresa, además de suspender temporalmente algunas inversiones en refinerías y otras plantas que construía, se propone vender entre este año y 2016 activos por hasta 15.100 millones de dólares tanto en Brasil como en el exterior.
«El corte de inversiones, la venta de activos, la interrupción de obras y la paralización de proyectos impactan en el desarrollo del país y en la soberanía nacional», asegura la FUP.
El sindicato citó un estudio divulgado la semana pasada por el Ministerio de Hacienda según el cual por cada dólar que Petrobras reduce en su inversión el Producto Interior Bruto (PIB) brasileño deja de crecer 2,5 dólares.
Dijo igualmente que, «si el plan de negocios de la empresa no es alterado, el país dejará de generar unos 20 millones de empleos hasta 2019».
La FUP agregó que su intención es «impedir el desmantelamiento de Petrobras» y convencer a la compañía de suspender la venta de activos y de que concluya las obras que suspendió, entre las cuales están el Complejo Petroquímico de Río de Janeiro (Comperj), la refinería Abreu e Lima y la fábrica de fertilizantes de Mato Grosso del Sur.
El sindicato dijo defender igualmente la política del Gobierno que prevé una participación mínima de productos y servicios nacionales en los proyectos de Petrobras, así como el régimen que garantiza la participación de la estatal como operadora en todos los consorcios que exploten las gigantescas reservas que Brasil descubrió en el presal, en aguas profundas del océano Atlántico.