EL VIDEO


Discurso de Gabriel Boric
Río de Janeiro, 28 jul (EFE).- El ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, afirmó hoy que el Gobierno puede aumentar su meta para el superávit fiscal primario en 2016 en caso de que el Congreso avance en la aprobación del ajuste fiscal con que el Ejecutivo planea sanear las cuentas públicas y estimular la economía.
«El Ejecutivo va a proponer una meta más alta para 2016 y creo que hay margen para hacerlo», dijo Levy en una entrevista concedida a la Agencia Estado de noticias, en la que señaló que para hacerlo será necesario un mayor apoyo del Congreso.
Según Levy, hasta el momento el Parlamento «ha debilitado la meta (fiscal) por las más diversas razones».
La difícil coyuntura económica que actualmente atraviesa el gigante suramericano llevó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a anunciar en enero, poco después de asumir su segundo mandato, un duro ajuste fiscal que aún no ha sido totalmente aprobado por el Congreso.
Además de atrasar la votación del ajuste y reformar algunos de los recortes de gastos y aumentos de impuesto propuestos por el Gobierno, el Congreso ha aprobado otras medidas que elevan el déficit en las cuentas públicas.
La semana pasada, el Gobierno brasileño anunció la reducción de la meta fiscal que se había impuesto para este año desde un 1,1 % del PIB hasta el 0,15 % del PIB tras admitir que los ingresos públicos serán muy inferiores que los previstos como consecuencia de la contracción que sufre la economía brasileña.
Inicialmente, el Gobierno se había propuesto elevar la meta de superávit fiscal al 2,0 % del PIB en 2016 y 2017, pero ese porcentaje puede ser aumentado aún más, según admitió hoy el ministro.
De acuerdo con Levy, el cambio de la meta fiscal en 2015 no implica una «relajación» por parte del Ejecutivo de los objetivos de austeridad que se ha marcado.
El ministro agregó que, para reforzar su compromiso con sanear las cuentas públicas, el Gobierno ha recortado un 30 % el gasto público este año en relación a 2014, lo que ha permitido una vuelta a los niveles de 2013 en algunos ministerios.
«Vamos a ver cuándo se alinean los entendimientos; si acabáramos de una vez con los subsidios y las renuncias fiscales, por ejemplo, tendríamos un ahorro de 25.000 millones de reales (unos 7.458 millones de dólares), más del 0,5 % del PIB», apuntó el ministro, quien añadió que el Ejecutivo ya hizo todo lo que podía y que el resto se debe «construir con el Congreso».
Levy, que apuesta por la vuelta a la senda del crecimiento mediante medidas tales como el reajuste fiscal o la apertura de nuevos mercados, afirmó que, en estos momentos, la principal preocupación del Gobierno es «reducir la incertidumbre, que afecta profundamente al comportamiento de las empresas».
«En el momento en que las medidas que el Gobierno propone no se concretan, las personas tienen dudas», señaló Levy.