Río de Janeiro, 4 ago (EFE).- El ministro brasileño de Hacienda, Joaquim Levy, descartó hoy cualquier tipo de intervención del Gobierno en el mercado cambiario tras la subida del dólar a su mayor nivel en relación al real en los últimos doce años.
«El dólar es fluctuante y seguirá fluctuante», afirmó Levy en declaraciones a periodistas al ser interrogado sobre la fuerte apreciación de la moneda estadounidense en Brasil en los últimos meses.
El dólar mantuvo hoy su tendencia de subida y se apreció un 0,31 % frente al real, con lo que alcanzó su mayor nivel desde marzo de 2003 al cerrar cotizado a 3,463 reales para la compra y a 3,465 para la venta en el tipo de cambio comercial brasileño.
El valor no era tan elevado desde los 3,492 reales con los que el dólar cerró la cotización el 20 de marzo de 2003.
La moneda estadounidense, que llegó a ser vendida a media jornada a 3,4885 reales, acumuló este año hasta hoy una apreciación del 30,30 %.
Levy atribuyó la apreciación del dólar a la coyuntura internacional y descartó que puede obedecer a la actual crisis política y económica en Brasil.
«La evolución de la economía mundial se ha acelerado en algunos puntos. Nuestros principales socios están en momentos de ajuste. En breve habrá un ajuste de los intereses en los Estados Unidos. Las indicaciones son muy claras. Y eso siempre tiene impacto en el precio de los activos. Se trata del mismo caso de China», dijo.
La apreciación del dólar en Brasil ha encendido la señal de alarma en países vecinos, como Argentina, que tienen en el gigante suramericano un importante destino para sus exportaciones.
La devaluación le ha permitido a Brasil mejorar su resultado en la balanza comercial ante el encarecimiento de las importaciones, en momentos en que el país, que enfrenta una contracción económica, necesita de divisas para reducir el déficit de la balanza de pagos.
Según cifras divulgadas el lunes por el Gobierno, con la caída de las importaciones, Brasil acumuló en los primeros siete meses del año un superávit en su balanza comercial de 4.599 millones de dólares, el mejor resultado para el período en los últimos tres años.
El ministro brasileño de Planificación, Nelson Barbosa, descartó la semana pasada que el Gobierno pueda utilizar las reservas internacionales, de unos 360.000 millones de dólares, para influir en el tipo de cambio.