EL VIDEO
Discurso de Gabriel Boric
Por Raúl OCHOA
Después de muchos, muchos años, millones de brasileños salieron a las calles para mostrar su rechazo a la corrupción, a la ausencia de mejoras en la salud, la educación y el transporte público, a las faraónicas obras destinadas a la Copa del Mundo (2014) y los Juegos Olímpicos (2016) y a los políticos en general.(1)
El fenómeno sorprendió al Gobierno y a la opinión pública, por la velocidad y fuerza expansiva proveniente de un tema aparentemente menor – un aumento de las tarifas de transporte en San Pablo – y rápidamente pasó a otras ciudades con masivas muestras de adhesión a un universo heterogéneo de reivindicaciones, de características propias de las clases medias emergentes, fenómeno relativamente nuevo, resultado de las políticas inclusivas iniciadas por FHC (Fernando Henrique Cardoso), perfeccionadas durante los 8 años de Lula y continuadas por Dilma Rousseff
Si se toma como punto de partida, el discurso de Dilma y los de los ministros de las áreas respectivas, un observador podría señalar que gran parte de los temas demandados por los diferentes grupos sociales estarían siendo contemplados por el actual Gobierno: En salud se está proponiendo llevar adelante, con una oposición feroz de los profesionales, la contratación de médicos extranjeros para reforzar el SUS (Sistema Universal de Salud); fracasó con la eventual llegada de cubanos, ahora se lo está intentando con doctores portugueses.
En educación, además de las pruebas internacionales PISA, se ha implementado un sistema anual de evaluación a nivel primario y secundario, con mecanismos de premios y castigos para responsables de cada establecimiento y de su personal docente; de hecho hay estados y municipios que han mejorado sustancialmente, aunque el atraso sigue siendo considerable en la comparación internacional
En lo relativo a la corrupción ha habido avances; con el juzgamiento de los responsables de la mensualidad “mensalao” forma de pago para comprar votos de legisladores supuestamente opositores durante los mandatos de Lula y las acciones encaradas por la propia Dilma con respecto a ministros y a influyentes dirigentes de PT desplazados de sus cargos.
Sin embargo, esto evidentemente no ha alcanzado y quizás la mejor forma de visualizarlo es poner, frente a frente, las imágenes de los imponentes nuevos estadios para la Copa Mundial y cómo se viaja o no se viaja en el transporte público de la megápolis de San Pablo. (2)
En este sentido y la misma crítica vale para ferrocarriles y carreteras, el retraso de las obras ha sido una constante, más allá de los intentos de Dilma de agilizar las licitaciones así como las infraestructuras en construcción.
Esto transmite a la opinión pública, que lo prioritario e importante para el Gobierno y los políticos es mostrar las obras que dan imagen en el exterior y no atender las demandas largamente insatisfechas en materia de transporte y otros servicios públicos. (3)
Aunque en forma heterogénea y en algunos casos contradictorias, las demandas exigen una rectificación de rumbo en las prioridades dadas al gasto público y reducir aquellas partidas que no se justifican frente a la mayor atención requerida en salud, educación, y transporte.
Es correcto en este sentido, que se critique las prioridades dadas al gasto e inclusive que desde el Gobierno se hubiera intentado en los últimos tiempos “maquillar” el incumplimiento del superávit primario, recurriendo a la contabilidad creativa imputando gastos como inversiones y peor aún se hayan avalado operaciones a estados y municipios para que estas puedan endeudarse, inclusive en el exterior, violando expresamente la Ley de Responsabilidad Fiscal que tanto costó sancionar y que fuera unos de los pilares para la estabilización definitiva del Brasil.(4)
El porqué se ha recurrido a estos arbitrios, hay que encontrarlo en que las reducciones tributarias para elevar el consumo y la inversión no han logrado su objetivo de elevar el ritmo de actividad y sí ha disminuido la recaudación y por lo tanto frente a los diversos compromisos políticos se decidió recurrir a estos atajos.(5) Como la ocupación ronda el pleno empleo, las demandas salariales sobretodo de los sectores de servicios y la administración pública han pegado en la inflación, obligando a la suba de la tasa de interés de SELIC reiniciando un proceso que se había abandonado en julio 2011, habida cuenta la fuerte apreciación del real contra el dólar.
El intento de la política económica de disminuir las tasas de interés, depreciar el real, mantener el consumo y elevar la inversión manteniendo la inflación por debajo del 6,5 % anual no ha dado el resultado esperado y esto se traduce en varios indicadores complicados hacia el futuro.
En primer lugar la tasa de crecimiento del PBI está lejos de alcanzar la meta original del 3,5 %, tras ocho revisiones, la más probable oscila entre 2 /2,2 % anual. En segundo lugar por primera vez desde 1996 la balanza comercial de bienes está en rojo, transcurridos 7 meses. El ministro de Hacienda Guido Mantega observa que si se descontara el rubro petróleo, el balance sería favorable, pero la cuestión no es tan sencilla y requiere una explicación mayor
En primer lugar se registraron en 2013 – entre enero y marzo – 4.600 M U$S de importaciones de petróleo efectuadas por Petrobras, que ingresaran entre octubre y diciembre del año anterior, amparados en una disposición de la Receta Federal que permite contabilizarlas hasta 50 días posteriores al despacho a plaza, pero la diferencia del balance comercial entre Enero/Julio 2012 versus Enero/Julio 2013 es de 14.916 M U$S (9.927 M a favor en 2012 vs. -4.989 en contra 2013) y esto se explica por la caída de exportaciones de petróleo y derivados de 6.840 M U$S en el año y de otros commodities cuyos precios vienen disminuyendo desde principios de año, mientras las importaciones han seguido aumentando, a pesar del menor ritmo de actividad que el esperado para el año
La mayor importación de derivados de petróleo y la menor exportación especialmente de crudos obedece al considerable atraso de la construcción de las refinerías previstas y a la expansión del consumo de combustibles, frente a un parque automotriz que ha crecido a un ritmo cercano a las 3.5 millones de unidades en los tres últimos años. Un solo caso muestra los problemas en cuanto a las obras de infraestructura petrolera: la refinería Abreu Lima – Pernámbuco – proyecto conjunto entre Petrobras y PDVSA para refinar el equivalente de 230.000 barriles/día debió estar finalizada para fines del 2012; presupuestada en 2.500 M de U$S va a terminar costando 7 veces más, sin ningún aporte venezolano y su puesta en marcha está prevista, con suerte, para noviembre 2014.
Resumiendo: Las exportaciones del 2013 – 7 meses – están por debajo de las del 2012 en -1,5 %, mientras las importaciones están 10 % por encima del año pasado. Por otra parte, la balanza de servicios viene muy complicada, el año pasado arrojó un déficit de 39.000 M de U$S parcialmente compensada con la de bienes por 19.000 M de U$S, este año datos preliminares indicarían otro fuerte déficit – el turismo emisivo es récord absoluto – y si se le suma el saldo negativo del balance de renta – 36.000 M U$S en 2012 – el balance de cuenta corriente podría alcanzar un rojo de 75/80.000 M U$S alrededor del 3 % del PBI, financiable en condiciones normales internacionales, pero un signo de atención con respecto a la evolución futura, sobre todo teniendo en cuenta que Brasil ha pasado a ser muy dependiente de la exportación de commodities de todo tipo, que entre productos básicos – 47,6 % del total exportado – y semi-manufacturados implican el 62 % de su canasta exportadora
El MDIC (Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio) lleva en forma permanente la evolución de 23 commodities que incluyen entre los más significativos por volumen y valor:Mineral de hierro, complejo sojero, complejos cárnicos, azúcar y etanol, petróleo y derivados, café, maíz, jugo de naranja, aluminio, cueros, tabaco. De estos 23 productos 15 estaban en julio con precios por debajo del mismo mes del año anterior y 8 levemente por encima del año pasado. El mineral de hierro y los semi-manufacturados de hierro y acero llevan acumulado una reducción de precio del 14 % y representan el 15 % del total de las exportaciones brasileñas.
Frente a la muy probable desaceleración china y su dependencia con respecto a ese país, 20 % de sus exportaciones, más que las de la Unión Europea y casi el doble que las destinadas a Estados Unidos, deberá extremar los esfuerzos tendientes a volver a equilibrar el intercambio de petróleo y sus derivados que había logrado en el 2010 y luego volviera a deficitario; ser más prudente en cuanto a las metas fiscales sobre todo en el gasto corriente y recuperar la confianza, lo que puede implicar algunas modificaciones ministeriales importantes especialmente en el área económica, muy especialmente ante los sucesivos cambios de metas y objetivos no cumplidos, en lo que va de este año.
Hay también mucho para hacer en cuanto a la competitividad y productividad de la industria y de los servicios, pero para ello se requieren reformas estructurales, que hasta ahora no se avizoran, pues requieren consensos políticos difíciles de obtener, en especial cuando ya hay candidatos opositores firmes para el 2014.
1-Dilma perdió el 27 por ciento de imagen positiva. Nadie lo ganó con la excepción de Marina Silva (PV), desprendimiento del PT y destacada ecologista.
2-En ésta y otras ciudades han crecido nuevos suburbios, con escaso o nulo transporte público.
3-Durante el periodo de cosecha gruesa (récord de producción) las colas de camiones al puerto de Santos llegaron a superar los 100 kilómetros. Esto llevó a paros de transportistas en reclamo de mejores en caminos, puertos y paradores.
4- Pedro Malan, ex presidente del BACEN decía: «En Brasil, hasta el pasado genera incertidumbre»; esto podría pasar de seguir violándose la Ley de Estabilidad Fiscal.
5-Recordar que el PT encabeza una coalición de partidos, lo que implica satisfacer una vasta «clientela» además de la propia tropa del Partido de los Trabajadores (PT)