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Discurso de Gabriel Boric
Gustavo Borges
Toronto (Canadá), 10 jul (EFE).- Canadá, que ha preparado todo para conquistar en casa más de 50 medallas de oro, y Brasil, a un año vista de los Juegos Olímpicos de Río, supondrán una seria amenaza en los Panamericanos de Toronto que hoy comienzan para Cuba, que tradicionalmente ha ocupado el segundo lugar en el medallero.
Desde Cali 1971 Cuba es uno de los dos mejores de la justa continental y en 1991 sacó provecho de ser sede para vencer por diez medallas de oro a Estados Unidos. Sin embargo ahora la isla llega a Toronto con todo en contra y corre el riesgo de ser desplazada del segundo puesto.
Mientras que uno de cada diez deportistas de los Juegos será canadiense, Cuba estará ausente en 148 de las 364 pruebas. Los atletas cubanos suelen rendir mucho en los momentos de más presión, aunque en esta ocasión el peligro de ser vencidos será real y deberán hacerlo todo perfecto para mantener el segundo escaño.
Estados Unidos ganará los Juegos a pesar de estar en Toronto sin sus mejores deportistas. Después cubanos, canadienses y brasileños se liarán en una lucha deportiva que tendrá una especie de clon de segunda división en la lucha por la quinta plaza entre mexicanos, colombianos, argentinos y venezolanos.
Los Panamericanos tienen planteados duelos de nivel mundial como el del campeón olímpico de los 400 metros vallas, Félix Sánchez, con el bronce olímpico puertorriqueño Javier Culson, el de Estados Unidos en baloncesto contra Puerto Rico en varones, y Cuba, en mujeres, y el de las clavadistas canadienses de plataforma contra la mexicana Paola Espinosa, excampeona mundial.
En atletismo el mexicano Juan Luis Barrios, finalista olímpico de 5.000 metros, deberá hacer una carrera inteligente si persiste en buscar el oro en 10.000 delante del ecuatoriano Byron Piedra y en béisbol Canadá, campeón defensor, se ha propuesto volver a derrotar a estadounidenses, cubanos, dominicanos y puertorriqueños.
A partir de mañana habrá otros muchos duelos de primera y como ingrediente extra a la emoción, los jefes de las delegaciones de Cuba, Canadá y Brasil llevarán sus bitácoras de manera nerviosa y se auxiliarán de las estadísticas para ver las tendencias de subida y bajada como si estuvieran en la bolsa de valores.
Igual de estresante será la vida del jefe de la misión de México, Mario García, quien sabe que los deportistas de su país deberán cumplir unos buenos Juegos para ganar más de 23 medallas de oro, conseguir así su mejor actuación en justas continentales celebradas fuera de México, y ocupar el quinto lugar.
Colombia, uno de los países del continente que más ha crecido en los últimos años, quedó por encima de México en los pasados Juegos Olímpicos y pujará por desplazarlo del quinto lugar con una delegación de atletas de nivel, liderada por la campeona olímpica Mariana Pajón, pero ni mexicanos ni colombianos pueden descuidarse con Argentina y Venezuela.
Mañana se disputarán los primeros juegos de medallas y, a partir de ahí, los Panamericanos asumirán su verdadero sentido de ser, el de la competición, con campeones de América hinchados de felicidad y perdedores con ataques desgarradores de tristeza.