lunes, 11 de enero de 2016
Candidata apoyada por Bloque de Izquierda luso aspira a forzar segunda vuelta

Lisboa, 11 ene (EFE).- La candidata izquierdista a las presidenciales en Portugal, Marisa Matías, declaró hoy su propósito de forzar una segunda vuelta electoral, dar la vuelta a los sondeos y sorprender con su discurso por el cambio.
«Mi objetivo es forzar la segunda vuelta y disputarla; no será fácil, pero para las cosas fáciles ya hay mucha gente», declaró hoy la aspirante (Coimbra, 1976), socióloga y eurodiputada, en un encuentro con corresponsales extranjeros en Lisboa.
Su formación política es el Bloque de Izquierda, fuerza emergente en el panorama político luso que en las legislativas del pasado noviembre se erigió como la tercera con más diputados en el Parlamento (19).
Hermanado con los partidos Podemos español y Syriza griego en Bruselas, el Bloque fue clave para lograr un acuerdo inédito de toda la izquierda que permitió la llegada de un Gobierno socialista al poder en Portugal.
Matías admitió que su objetivo primordial en las presidenciales es evitar una victoria en primera vuelta del aspirante apoyado por los conservadores, Marcelo Rebelo de Sousa, a quien todas las encuestas apuntan como claro favorito.
«Me presento porque existe la necesidad de que el cambio político continúe en Belém (el palacio del jefe del Estado). Creo que hay un cambio profundo en la sociedad portuguesa después de muchos años de sacrificios y empobrecimiento», explicó.
«Todos los sondeos daban una mayoría aplastante a Rebelo de Sousa y pensé que los candidatos que ya había no iban a movilizar a todo el electorado. No quiero como presidente a alguien que quiere matar el cambio cuando acaba de nacer», manifestó.
Una de las dificultades que enfrenta para lograr buenos resultados es el elevado número de aspirantes -diez-, entre los que destacan António Sampaio de Nóvoa, Maria de Belém y Edgar Costa, que también compiten por el voto de la izquierda.
De voz ronca -incluso cuando no está en campaña- y verbo rápido, Matías censuró al presidente saliente, el conservador Aníbal Cavaco Silva, al que acusó de centrar su gestión en «interferir y mandar recados» en vez de «defender lo que está escrito en la Constitución» e impedir los recortes en Sanidad y Educación.
La candidata insistió en que el jefe del Estado tiene margen de maniobra para hacer valer los intereses de la ciudadanía, pese a que el cargo carezca de poderes ejecutivos y sus principales cometidos sean sancionar leyes, convocar comicios y encargar la formación del Gobierno.
Matías se denominó «europeísta», aunque también «exigente» con la UE, a la que ve sometida al dictamen de Berlín y Frankfurt.
Al igual que su partido, se declaró contraria a la existencia de la OTAN por considerarla «un anacronismo histórico» y subrayó que como comandante de las Fuerzas Armadas basaría «las relaciones internacionales en la cooperación».
Radicalmente opuesta a la política de privatizaciones emprendida por el Ejecutivo conservador de 2011-2015, destacó su trabajo en defensa de los intereses de Portugal desde 2009 en el Parlamento Europeo.
«Estoy cansada de las mentiras sobre Bruselas, me da vergüenza ver a políticos desistir fácilmente de su país y creer que no se puede cuestionar lo que viene de la UE», incidió Matias, quien recordó que son muchos los países miembros que no cumplen alguna exigencia comunitaria sin consecuencias.