martes, 29 de diciembre de 2015
De la ocurrencia de un loco al gran acontecimiento de fin de año

Madrid, 29 dic (EFE).- Cuarenta mil corredores despedirán el año este jueves corriendo 10 km por el centro de Madrid hasta desembocar en Vallecas, junto al estadio del Rayo, donde acaba la San Silvestre Vallecana, una ocurrencia de un «loco», Antonio Sabugueiro, que al cabo de 51 años ha devenido en acontecimiento social.
Atletas tan dispares como Mariano Haro, Carlos Lopes, José Luis González, Antonio Leitao, Arturo Barrios, Osoro Ondoro, Eliud Kipchoge, Grete Waitz, Carmen Valero, Rosa Mota, Paula Radcliffe, Vivian Cheruiyot o Tirunesh Dibaba, todos ellos grandes figuras mundiales, tienen algo en común: han ganado al menos una vez la San Silvestre Vallecana.
El hombre con más victorias -cuatro- es un celebrado atleta español que, sin embargo, no alcanza el rango de figura mundial. Se trata del palentino Isaac Viciosa, que en 1996 recogió el testigo de Enrique Molina y, después de un paréntesis de tres años, reanudó su colección con triunfos consecutivos en 2000, 2001 y 2002, batiendo el récord del keniano Osoro Ondoro, tres veces ganador.
La idea surgió hace 51 años en una conversación de bar, en el Puente de Vallecas. Antonio Sabugueiro, el fundador, planteó a sus amigos Carlos Roa y Manolo Fernández, «casi como una broma», un singular proyecto: en lugar de las tradicionales carreras de campo a través, una urbana y además nocturna.
Solo unos meses después, el último domingo del año 1964, con un presupuesto de 5.000 pesetas nació el primer Gran Premio de Vallecas, que congregó a un centenar de atletas. Jesús Hurtado, un atleta del Real Madrid, ganó las dos primeras ediciones, antes de que Mariano Haro lograra el primero de sus dos triunfos. El primer premio, un trofeo y un bocadillo de salchichón.
La carrera de Nochevieja más populosa del mundo debe su nombre actual al periodista José Luis Gilabert, que tituló su crónica: «Madrid ya tiene su San Silvestre». A partir de ahí, en vez de disputarse el último domingo del año, se trasladó al 31 de diciembre
En 1969 la San Silvestre Vallecana estuvo a punto de desaparecer, por falta de patrocinadores. No se corrió ese año, pero regresó al siguiente y poco a poco fue creciendo hasta convertirse en la actual carrera de masas que ha superado con creces a la clásica de Sao Paulo, que corre el mismo día.
En 1981 se abrió la inscripción a las mujeres -ganó la legendaria Grete Waitz- y la presencia femenina se fue incrementando hasta alcanzar el 40 por ciento en la última edición.
La afluencia de corredores fue imparable. En 2001 se superó por primera vez la cifra de 10.000 participantes; los 15.000 en 2004, los 20.000 en 2006, los 35.000 en 2010, hasta el límite de los 40.000 actuales.
Desde la salida, a 692 metros de altitud junto al estadio Bernabeu, hasta la meta, junto al de Vallecas, los corredores descienden un desnivel de 57 metros que impide la homologación oficial de los tiempos.
Los récords de la prueba madrileña pertenecen a atletas africanos: el keniano Eliud Kipchoge venció en 2006 con un espectacular registro de 26:54 y en 2012 la etíope Gelete Burka lo hizo en categoría femenina con 30:53.
La San Silvestre Vallecana se ha convertido en una tradición madrileña. De no ser por las limitaciones de espacio en las angostas calles del barrio de Vallecas y por los retos organizativos que plantea el control de una masa humana semejante, la carrera podría batir su récord de participación año tras año, ya que los dorsales se agotan en pocos días.