Por Pilar SALAS/Efe

Todos conocen al futbolista del Barcelona Dani Alves pero pocos saben que es un «gourmet» y que está detrás de FOgO, un proyecto por el que difunde la cocina brasileña a través de cenas itinerantes y servicios de catering.
Como todo deportista, el jugador carioca cuida su alimentación, pero sus gustos sibaritas le llevaron a contratar como chef personal a su compatriota João Alcântara, un cocinero conocido en su país por protagonizar el programa televisivo «Homens Gourmet», que reinventa los sabores brasileños en platos creativos y saludables.
El tándem, sabedor de que la riqueza gastronómica de su país sigue oculta para el mundo -poco más que el rodizio ha viajado al extranjero-, se embarcó hace un año en FOgO, una compañía para divulgar la cocina brasileña saludable y de autor a través de cenas privadas a domicilio, talleres gastronómicos y servicios de catering.
La demanda les hizo dar un paso más para ampliar su público y han creado ahora «Las itinerantes», cenas en emplazamientos exclusivos -como el palacio que ocupa el Instituto Italiano de Cultura en Madrid, escogido para su segunda puesta en escena tras debutar en Barcelona-, con música en directo y la cocina de Alcântara como protagonista.
«Suelo decir que mi cocina es brasileña con influencia mediterránea, pero es mentira -bromea el chef, de 31 años, en una entrevista con esta periodista-. Es una cocina creativa, con alma, donde la verdadera influencia es la de las personas».
En Dani Alves ha encontrado el aliado perfecto para FOgO, reconoce: «Es un gran amante de la cocina, tenemos esa pasión en común». También el deporte, ya que desde que le diagnosticaron diabetes, Alcântara empezó a practicarlo y a cuidar más su alimentación, además de haber estudiado Nutrición.
«No me gusta la palabra dieta. La comida tiene que transmitir placer, salud, sabor y cultura. Mis menús son siempre equilibrados», con platos que trasladan al comensal a Brasil: dadinho de tapioca en tinta de sepia y miel de trufas, mandioca brava, chuchu en salsa de moqueca, gazpacho de açai, arroz meloso de pollo y okra crujiente, y vieira glaseada con puré de yuca y sus chips, entre otros muchos.
Dani Alves los ha probado todos. «Le gusta todo. Es muy bueno cocinar para él, crear platos nuevos. La moqueca (un guiso de pescado) es quizá su favorito, y casi todos los días come alubias», dice su chef personal.
«Me sorprende su cocina ilimitada», ha dicho el internacional brasileño de Alcântara, que planifica sus menús en función de los partidos de Alves.
Si «Las itinerantes» son clandestinas -el lugar y la hora se anuncian al comensal en el último momento-, también lo es la forma en la que consigue traer algunos ingredientes de su país, «ocultos en la maleta», comenta entre risas. Entre ellos, «yuca, yuca, y yuca», su alimento fetiche.
«El 60 % de un plato es un buen producto y Brasil tiene la mayor despensa del mundo», incluyendo la increíble Amazonía, destaca João Alcântara, admirador confeso de su compatriota Alex Atala (D.O.M., Brasil), el cocinero que más ha trabajado por divulgar la gastronomía brasileña en el extranjero y cuyo restaurante fue considerado el Mejor de Latinoamérica en 2014.
Las siguientes cenas se oficiarán en Brasil, Barcelona, Girona y Marbella (Málaga), explica la coordinadora de FOgO, Teresa Martí. «Los cupos son limitados, no más de 30 personas. Creamos ambientes especiales, con música en vivo, en lugares increíbles. Queremos que los comensales vean un toque diferente de lo que es Brasil, mucho más que feijoada y caipirinha», añade.
Aunque jugar como visitante siempre es más complicado que en casa, Alcântara lo tiene claro: «Por ahora prefiero ‘Las itinerantes’ que abrir mi propio restaurante que sí, ofrecería más facilidades para cocinar, pero también implica más rutina y eso no me gusta nada. Yo tengo que ser sorprendido y sorprender a diario».