martes, 15 de septiembre de 2015
El presidente del Banco Central de Brasil pide reforma económica estructural

Brasilia, 15 sep (EFE).- El presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, afirmó hoy que la decisión de la agencia Standard & Poor’s (S&P) que rebajó la nota del país al nivel de «bono basura» obliga a adoptar urgentes reformas estructurales.
«La situación (económica) se ha puesto más desafiante después de la retirada del ‘grado de inversión’ a los títulos soberanos de Brasil», declaró Tombini frente a una comisión parlamentaria, en referencia a la decisión que la agencia de riesgo anunció la semana pasada.
Según Tombini, la pérdida del «grado de inversión» que identifica a los buenos pagadores «refuerza la necesidad de proseguir con más determinación y perseverancia en el proceso de ajustes», que debe llevar a «reformas estructurales» en la economía brasileña.
El presidente del Banco Central respaldó el plan de ajuste que ha adoptado el Gobierno e instó a los parlamentarios a aprobar con celeridad los aumentos de impuestos propuestos este lunes por los Ministerios de Hacienda y Planificación.
En el frente tributario, la «medida central» del nuevo paquete tributario será la adopción de un nuevo impuesto a las operaciones financieras, con una tasa del 0,2 %, destinado a cubrir gastos con el sistema de jubilaciones y pensiones, pero que enfrenta una firme resistencia en el Congreso.
Ese tributo, que igual que casi todas las medidas requiere de la aprobación del Parlamento, es similar a uno eliminado hace ocho años por presiones de la oposición y que tasaba en 0,25 % cada operación financiera realizada en el país, para financiar el sistema de salud.
Según Tombini, ese conjunto de medidas, que incluyen un fuerte recorte del gasto público previsto para este y el próximo año, permitirá «fortalecer los fundamentos macroeconómicos» del país y llevarán a que la economía vuelva a crecer en un corto plazo.
Como suele hacer la mandataria Dilma Rousseff, el presidente del Banco Central atribuyó a un «escenario internacional turbulento» buena parte de las dificultades que enfrenta el país.
En ese marco, se refirió al frenazo de la economía de China, el principal socio comercial de Brasil, y a la «incertidumbre» que hay en los mercados financieros globales frente a una posible alza de los tipos de interés en Estados Unidos.
«Es un proceso complejo. Es natural que genere ciertas dosis de volatilidad en los mercados internacionales» y eso obliga a las autoridades brasileñas a «repensar las estructuras tributarias y de gasto público» y a adoptar «reformas estructurales para lograr una mayor eficiencia económica», declaró.
Tombini también descartó que, en el corto plazo, el Banco Central pueda volver a aumentar las tasas de interés referenciales, que ya están en un elevado 14,25 %, un nivel que consideró necesario para mantener cierto control sobre la inflación, que aún así cerrará este año en torno al 9,5 %.
Según el presidente del Banco Central, la inflación caerá «con fuerza» en 2016, tal como prevé el mercado financiero, que espera que la tasa se reduzca al 5,58 % el año próximo.
Sin embargo, los analistas del sector privado no comparten el optimismo del Gobierno y el propio Tombini respecto a una posible retomada del crecimiento en 2016.
De acuerdo a previsiones de expertos del mercado financiero que el Banco Central divulgó este lunes, la economía se encogerá este año un 2,55 % y esa tendencia se mantendrá en 2016, cuando deberá registrar una contracción del 0,60 %.