viernes, 7 de agosto de 2015
Empresarios apoyan pacto por la gobernabilidad del vicepresidente brasileño

Río de Janeiro, 6 ago (EFE).- Las dos principales patronales regionales de empresarios de Brasil anunciaron hoy su apoyo al pacto por la gobernabilidad propuesto por el vicepresidente brasileño, Michel Temer, para hacer frente a la grave crisis política y económica que enfrenta el país.
El apoyo empresarial fue manifestado en un comunicado conjunto divulgado por la Federación de las Industrias de Sao Paulo (Fiesp) y por la Federación de las Industrias de Río de Janeiro (Firjan).
El pacto para unir a partidos, empresarios y organizaciones sociales en defensa de proyectos de interés nacional que puedan ayudar a Brasil a hacer frente a la actual crisis fue propuesto por Temer en una pronunciamiento la víspera en el Congreso.
Según el vicepresidente, los partidos tienen que unirse para aprobar el ajuste fiscal con que el Gobierno intenta equilibrar las cuentas públicas y sacar a flote la economía, que el año pasado solo creció un 0,1 % y este año, según las últimas proyecciones, puede sufrir una contracción del 1,8 %.
En su pronunciamiento, en el que calificó la situación de Brasil como «grave», Temer pidió que «todos se dediquen a resolver los problemas del país».
El vicepresidente, que este año asumió las funciones del Ministerio de la Presidencia y la misión de coordinar las relaciones del Gobierno con el Congreso, pidió a los parlamentarios que, además de aprobar el ajuste fiscal, se abstengan de aprobar nuevos proyectos que aumenten los gastos públicos.
Para las entidades empresariales, que dijeron pronunciarse en nombre de la «industria brasileña», la situación política y económica del país es «la más aguda de los últimos 20 años».
La Fiesp y la Firjan aseguran que llegó la hora de que todos «dejen de lado sus ambiciones personales o partidarias y miren por el mayor interés de Brasil».
Los industriales, sin embargo, aseguran que el Gobierno también tiene que hacer su tarea y reducir los gastos públicos para no continuar sacrificando a la sociedad con mayores impuestos.
«El momento es de responsabilidad, diálogo y acción para preservar la estabilidad institucional de Brasil», afirman.
Según las dos entidades, el país tiene que reaccionar para mantener su actual calificación de riesgo, ya que su pérdida puede «colocar en riesgo la supervivencia de miles y miles de empresas y millones de empleos».
Los empresarios, ante el gigantesco escándalo de corrupción en el seno de la petrolera Petrobras que ha salpicado a una veintena de grandes empresas y a medio centenar de políticos, también pidieron el apoyo de los brasileños «a todas las iniciativas de combate a la corrupción» y que se castiguen «ejemplarmente todos los desvíos debidamente comprobados».
La defensa de los empresarios a la unión de todas las fuerzas políticas se produjo el mismo día en que los dos partidos laboristas de Brasil anunciaron su salida de la base que apoya al Gobierno de Dilma Rousseff en el Congreso y en que un sondeo ratificó que el apoyo a la mandataria ha caído al 8 %, su mínimo histórico.
La encuesta reflejó el actual mal humor de los brasileños por la crítica situación económica, el gigantesco escándalo de corrupción en Petrobras y el ajuste fiscal del Gobierno, que sacrifica derechos y eleva impuestos.
El deterioro económico y político ha llevado a algunos sectores minoritarios de la oposición a exigir la apertura de un juicio con miras a la destitución de Rousseff, aunque esa demanda aún no ha encontrado respaldo en el Parlamento.