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Río de Janeiro, 30 oct (EFE).- El Gobierno brasileño está preocupado por la posible fusión de las telefónicas Oi y TIM, que originaría la mayor operadora del país, afirmó el ministro de Comunicaciones, André Figueiredo, en una entrevista publicada hoy por el diario Valor.
Figueiredo afirmó que el Gobierno está «preocupado» y buscará «alternativas» para que una operación de esta índole no suponga una «reducción de los competidores» del mercado.
Esa preocupación no significa que el Ejecutivo se oponga a la fusión y afirmó que, como no ha sido comunicado oficialmente de la posible operación, no puede manifestar una opinión.
Según el ministro, el mercado brasileño, que actualmente está repartido entre cuatro empresas, tiene espacio para la entrada de nuevas operadoras, una opción en la que «trabaja» el Gobierno.
El pasado lunes la operadora brasileña Oi anunció que recibió una propuesta de un fondo de inversiones ruso para ayudarle a comprar a su competidora, TIM, que es filial de Telecom Italia.
El fondo Letter One ofreció 4.000 millones de dólares para capitalizar a Oi, que tiene un problema de endeudamiento, en una operación condicionada al éxito de la adquisición de TIM.
Actualmente Oi es la cuarta operadora móvil de Brasil y es dueña de la mayor red de telefonía fija del país, mientras que TIM es la segunda compañía con más clientes en el sector de celulares.
Juntas se convertirían en líderes del mercado móvil, con el 44,08 % de la participación y 123 millones de clientes; por delante de Vivo, filial de la española Telefónica (29,08 %) y Claro, subsidiaria de la mexicana América Móvil (25,43 %), según datos oficiales del pasado agosto.
También sumarían el 36,60 % de los clientes de telefonía fija, el 26,33 % del mercado de internet fijo y mantendrían una cuota del 6,03 % del de televisión de pago, un segmento en el que TIM no participa.